Las autoridades revisan los videos de seguridad. Mientras tanto, la ciudadanía expresa su preocupación debido a que no es el primer robo de este estilo que se presenta en la ciudad. Hay 20 personas afectadas.
La noche del miércoles 27 de agosto en Bogotá fue interrumpida por un nuevo episodio de violencia que sacudió a la localidad de Usaquén. El gastro-bar ‘El Mono Bandido’, ubicado en el exclusivo barrio de Santa Bárbara, fue escenario de un violento robo que afectó a cerca de 20 comensales.
Según la Policía Metropolitana de Bogotá, cuatro delincuentes armados irrumpieron en el establecimiento pasadas las 8:15 p.m., cuando la jornada de cenas transcurría con normalidad.
Con pistolas en mano y una coordinación que ha caracterizado otros atracos recientes, los asaltantes exigieron celulares, joyas, relojes, dinero en efectivo y otros objetos de valor, sembrando el pánico entre clientes y trabajadores.
El operativo no se limitó al interior del restaurante. Varios cómplices a bordo de motocicletas vigilaban desde el exterior para facilitar la huida rápida del grupo una vez cometido el hurto.
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Los delincuentes escaparon por la carrera 19 en dirección norte, dejando tras de sí una escena de miedo e incredulidad.
El teniente coronel Óscar Eduardo Campaña, oficial de guarnición de la Policía de Bogotá, aseguró que las investigaciones avanzan con intensidad.
“Estamos adelantando todas las tareas de investigación con el fin de dar con el paradero de estos sujetos, a través de la recolección de videos y labores”, indicó el oficial.
Aunque aún no se ha cuantificado el monto del hurto y los responsables continúan prófugos, las autoridades no descartan que se trate de un robo selectivo, como ha ocurrido en otros casos de objetos de lujo.
La Policía hizo un llamado a la ciudadanía para que aporte cualquier información que pueda contribuir a la captura de los delincuentes.
Hasta el momento, ‘El Mono Bandido’ no se ha pronunciado sobre el atraco que dejó a varios clientes sin sus pertenencias. Mientras tanto, la comunidad exige mayor presencia policial y estrategias más efectivas que restituyan la tranquilidad en las calles de Bogotá.
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