La Contraloría General de la República advirtió un panorama preocupante sobre la ejecución del Programa de Alimentación Escolar (PAE), al revelar que cerca de 1,6 millones de estudiantes aún no son beneficiarios del servicio.
El anuncio se dio por medio del foro “Una Mirada Integral a la Alimentación Escolar en Colombia”, en el que el contralor general, Carlos Hernán Rodríguez Becerra, reveló los resultados de la evaluación sobre la ejecución del Programa de Alimentación Escolar (PAE).
De acuerdo con los resultados del informe “Evaluación de la Ejecución de la Política del PAE”, la entidad evidenció graves falencias en la supervisión, el control y la financiación, factores que han afectado directamente el acceso a la alimentación de niñas, niños y jóvenes en instituciones públicas del país.
Según el informe, en 2025 el PAE atendió a 5,57 millones de estudiantes con un presupuesto de $5,27 billones. Sin embargo, 1,28 millones de alumnos aún no reciben el servicio, y serían necesarios $1,21 billones adicionales para lograr una cobertura total.
Para 2026, la entidad estima que se requerirán $1,3 billones más para incluir a 1,6 millones de estudiantes que quedarían por fuera del programa si no se asegura la financiación.
Entre 2024 y 2025, el organismo de control reportó 30 hallazgos fiscales por un valor de 7.974 millones de pesos, de los cuales el 48 % corresponde a sobrecostos y el 47 % a pagos sin soporte de ejecución.
Desde 2020 hasta el primer semestre de 2025, se han identificado 813 hallazgos, 185 con incidencia fiscal, que suman más de 55.000 millones de pesos.
La Contraloría alertó además que la cobertura y los recursos no son equitativos en todo el territorio nacional. “Aunque el PAE presenta una distribución relativamente equitativa de los recursos, persisten disparidades significativas entre regiones, asociadas a factores geográficos, socioeconómicos y de inseguridad alimentaria”, indicó la entidad.
Las brechas más significativas
Los departamentos de Amazonas, Casanare y Guaviare son los más afectados, con coberturas inferiores al 50 %.
A las brechas de cobertura se suman problemas de infraestructura, como cocinas deterioradas, comedores inadecuados, deficiencias en refrigeración, falta de agua potable, condiciones que preocupan a la entidad.
Pese a las dificultades, la Contraloría reconoció que el programa ha contribuido a reducir la deserción escolar entre un 10 % y un 25 %, así como a mejorar el rendimiento académico y la permanencia estudiantil.
Al finalizar, el contralor sostuvo que “La Contraloría General de la República insta a tomar medidas concretas y efectivas para mejorar la implementación de políticas públicas que garanticen el pleno desarrollo de todos los colombianos”.
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