El conflicto diplomático entre Colombia y Estados Unidos por los recientes ataques en el Caribe sumó un nuevo giro este jueves.
El diario The New York Times confirmó que al menos una de las embarcaciones bombardeadas por las fuerzas estadounidenses transportaba ciudadanos colombianos, en el marco de las operaciones militares que Washington adelanta contra el narcotráfico en la región.
La revelación coincide con la denuncia hecha por el presidente Gustavo Petro un día antes, cuando advirtió en su cuenta de X que “una nueva zona de guerra se ha abierto en el Caribe” y que “signos muestran que la última lancha bombardeada era colombiana, con ciudadanos colombianos adentro”.
El mandatario pidió a las familias de las víctimas presentarse y denunciar los hechos, aunque no ofreció más detalles.
Según el informe del Times, dos funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato por no estar autorizados para discutir el tema públicamente, confirmaron que entre los fallecidos habría ciudadanos de Colombia. Se trata del primer país que denuncia oficialmente la presencia de sus nacionales entre las víctimas de esta ofensiva militar.
Desde comienzos de septiembre, las fuerzas estadounidenses han lanzado al menos cuatro ataques letales contra embarcaciones en aguas del Caribe, dejando 21 muertos.
La administración de Donald Trump —que retomó la estrategia de militarización del mar Caribe— ha justificado los bombardeos como parte de su lucha contra el narcotráfico y de su ofensiva contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, al que acusa de dirigir una organización criminal.
En contexto: Casa Blanca pidió a Petro retractarse de declaración “infundada” sobre posibilidad de que lancha bombardeada en el Caribe tuviera colombianos
Sin embargo, analistas internacionales han calificado estas acciones como ilegales y desproporcionadas, al no existir pruebas públicas que demuestren que las embarcaciones atacadas transportaban drogas o armas.
En los dos primeros incidentes, Washington identificó a los muertos como ciudadanos venezolanos, pero en los más recientes no ha revelado las nacionalidades de las víctimas.
La denuncia de Petro desató una fuerte respuesta de la Casa Blanca, que tildó sus declaraciones de “infundadas” y “reprobables”. Según fuentes citadas por el Times, el Gobierno estadounidense presionó al mandatario colombiano para que se retractara, argumentando que un gesto de ese tipo permitiría “reencauzar la relación bilateral”.
El episodio se produce en un momento especialmente delicado para la diplomacia entre Bogotá y Washington, marcada por los roces en torno a la política antidrogas y las críticas del presidente colombiano a la “guerra contra las drogas” impulsada por Estados Unidos.
En contexto: Sin mostrar pruebas, Petro dice que hay “indicios” de que la última lancha bombardeada por EE. UU. en el Caribe era colombiana