El 2025 fue un año decisivo para la Orquesta Filarmónica de Medellín, un año lleno de primeras veces, un año de atreverse, de arriesgar.
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Solo por recordar un par de momentos históricos que vivió Filarmed en este año se pueden mencionar: el nombramiento de Ana María Patiño Osorio como directora titular, la primera mujer en liderar una orquesta profesional en Colombia. La primera gira internacional de la orquesta completa en Argentina, Filarmed debutó en el Teatro Colón y el Movistar Arena de Buenos Aires, así como en el Teatro El Círculo de Rosario, con más de 30.000 asistentes y estrenos de obras de compositores latinoamericanos. Y la primera presentación de la orquesta completa en Urabá, en una gira para celebrar siete años de la Alianza Filarmed–Comfama con tres conciertos gratuitos en Nueva Colonia, Chigorodó y Turbo Mar, con más de 1.200 niños y jóvenes vinculados a procesos formativos.
Todas estas primeras veces marcaron la historia de la orquesta, pero sobre todo, reafirmaron su vocación de conectar territorios, públicos y lenguajes bajo una misma convicción; que la música transforma.
Esa capacidad de transformación se explorará en 2026 a través de la Temporada Identidad.
“En estos tiempos en los que las preguntas sobre quiénes somos, cómo nos reconocemos y cómo dialogamos con nuestra diversidad están en el centro de la conversación pública, la Temporada Identidad representa una apuesta artística y cultural profunda: entender la música no solo como un repertorio de obras, sino como un espejo que nos permite vernos, pensarnos y transformarnos (...) la temporada se propone desdibujar fronteras entre géneros, disciplinas y experiencias humanas, mostrando que la identidad no es un límite, sino un punto de encuentro y diálogo entre comunidades, generaciones y lenguajes estéticos”.
Así, la programación integrará las artes visuales, la danza y la literatura y abrirá nuevos espacios para que artistas, escritores y jóvenes críticos —incluidos niños y adolescentes que recibirán formación para escribir sobre música— encuentren en la orquesta un lugar de acogida, reflexión y creación.
Además, por primera vez, los doce afiches de la temporada serán creados a través de una convocatoria pública dirigida a doce artistas colombianos. La curaduría se hará en alianza con el Museo de Arte Moderno de Medellín y el Museo de Antioquia, buscando abrir la temporada a nuevas miradas, fortalecer el vínculo con la escena artística local y poner en diálogo la música sinfónica con las artes visuales del país.
“Durante años, en la Orquesta Filarmónica de Medellín hemos apoyado y visibilizado el talento latinoamericano. Esa convicción hoy toma más fuerza: hemos decidido asumir con plena intención un rumbo profundamente latinoamericano”, dice María Catalina Prieto, directora ejecutiva de Filarmed.
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La temporada iniciará el 12 de febrero con Fanfarria para la mujer poco común de Joan Tower, Río abajo de Juan David Osorio y la Sinfonía n.º 1 “Titán” de Gustav Mahler, bajo la dirección de Ana María Patiño Osorio y concluye el 28 de noviembre, con Preludio a la siesta de un fauno de Debussy, Identidad de Jorge Mejía (comisión), y la Sinfonía n.º 2 de Brahms, nuevamente bajo la dirección de Ana María Patiño Osorio.
En medio habrá una oferta riquísima que incluye una composición de Juan David Osorio inspirada en Débora Arando; estará de vuelta la joven revelación venezolana Glass Marcano y se presentará una Petrushka de Stravinsky reimaginada desde Rayuela de Cortázar junto al Ballet Metropolitano de Medellín.
En 2026, Filarmed le propone a la ciudad una oferta es variadísima, para todos, pero es sobre todo para hacer de la música un punto de encuentro y conversación.
“Identidad es más que una temporada; es una forma de pensar la música. Es reconocer quiénes somos en este territorio sin dejar de conversar con el mundo. No buscamos parecernos a nadie: queremos construir un sonido nuestro, auténtico, que respire Medellín y al mismo tiempo dialogue con lo que está pasando afuera”, dice Ana María Patiño-Osorio.