En 1934, el compositor alemán Carl Orff encontró los Carmina Burana, una serie de poemas medievales de autoría de clérigos y estudiantes que iban de un lado a otro –también conocidos como goliardos– escritos, en su mayoría, entre el siglo XI y XII.
Con base en estos textos, que reflexionan sobre cuestiones como el destino y la fortuna, el artista compuso una de las cantatas más relevantes del siglo XX, la cual será interpretada este 9 y 10 de mayo en el Teatro Metropolitano por más de 300 músicos. La Orquesta Iberacademy, la Orquesta Sinfónica Eafit y la Orquesta Filarmónica de Medellín se unirán a 10 coros y tres solistas para interpretar esta obra.
La dirección estará a cargo del maestro Alejandro Posada, el primer colombiano de la historia en ser nombrado director titular de una orquesta profesional europea.
“Carmina Burana es una de esas obras emblemáticas del repertorio musical. Yo me atrevería a llamarla única. No es que sea la más importante de todas, pero sí una de las grandes. Carl Orff dedicó su vida a explorar el ritmo que contienen las palabras; para él, la música no era solo sonido, sino también drama. Decía que la palabra tiene ritmo interno y que ese ritmo debía convertirse en música”, explica Posada sobre la cantata, la cual el maestro explica que ha dirigido en múltiples ocasiones en diferentes partes del mundo.
Sin embargo, esta obra aparece en Medellín cada vez que aquellas instituciones que hacen parte del ecosistema de la ciudad –y hasta del país– muestran su capacidad para articularse y trabajar en equipo. Por eso, además de la participación de las tres orquestas profesionales, Carmina Burana será interpretada por el Coro Nacional de Colombia, el Coro Voces Oscuras de Medellín y el Ensamble Vocal de Medellín. A ellos también se unirán tres coros de instituciones educativas de la ciudad y la soprano Sandra Lorena Caicedo, el tenor Juan José Lopera y el barítono Carlos López.