A más de 11.000 kilómetros, en una ciudad atravesada por un río, está Andrés Piza Hernández, el voleibolista de la Selección Colombia y de Antioquia, quien vuelve a la competencia internacional tras casi tres años radicado en Medellín, y luego de su actuación con la Tricolor en la Copa Panamericana de México y el Mundial de Filipinas.
El paisa, que ha pasado por ligas de Grecia, Francia, Baréin (o Bahrein), Arabia Saudita y Chipre, ahora llega a Turquía al Rams Global Cizre Belediyespor, de la ciudad de Cizre, donde cumple tres semanas en su proceso de adaptación. Piza se une así a sus compañeros de Selección Colombia que militan en las ligas de Libia, Israel, Grecia, Turquía, Kosovo, Finlandia, España, Portugal, Francia, Chipre, Albania, Brasil y Argentina.
¿Cómo se dio su vinculación al voleibol de Turquía?
“En 2022, por temas personales, dejé el voleibol internacional, ya que había unos asuntos que debía atender en Colombia. Ahora, tras el Mundial, el técnico Paolo Montagnani me dijo que era necesario que me mantuviera en competencia para lo que sigue con la Selección y por ello, ante las propuestas que tuve, acepté esta de Turquía”.
¿Qué puede contar sobre su nuevo club?
“Estoy en una ciudad llamada Cizre. Por esta época es muy calurosa y hay muchas rocas. Acá la liga es profesional y por eso estamos con todo cubierto; solo nos tenemos que preocupar por entrenar y competir. Las instalaciones del club y el gimnasio son de primer nivel y todo el equipo vive en un edificio donde nos proporcionan alimentación, lavandería, aseo y todo lo que necesitemos para estar bien y concentrados solo en jugar”.
¿Cuáles son las expectativas deportivas en ese país?
“Acá esta semana disputaremos la Copa de Turquía, y a finales de mes arrancará la Liga que va hasta mayo. La competencia es alta, todos los clubes son profesionales y cuentan con jugadores de todo el mundo, lo que hace que el nivel sea superior. Sé que soy el único colombiano en la Liga, aunque en la femenina está Ana Karina Olaya, la jugadora del Valle del Cauca”.
¿Cuáles son sus nuevos sueños y qué viene para usted en la parte deportiva?
“Además de tener un gran torneo en Turquía, quiero seguir creciendo en mi nivel y estar lo mejor posible para en 2026 buscar con la Selección la clasificación a Juegos Olímpicos y de nuevo el cupo al Mundial, que es una experiencia que quiero repetir, porque es un torneo en el que fui feliz. Pude competir junto a referentes que siempre vemos lejanos y la idea es seguir dejando en alto el voleibol colombiano”.
¿Qué fue lo mejor de su primer Mundial?
“Representar al país es lo más grande que hay. Lastimosamente nos falta mucho para poder llegar en mejor nivel, no por talento o ganas, sino que es necesario foguearnos más. Este año, por ejemplo, nos concentramos dos meses en Bogotá y llegamos a la Copa Panamericana sin ritmo y de ahí viajamos a Filipinas sin poder tener competencia. En este punto de la competencia es necesario jugar, entre más juegues, mejor llegas, porque solo con el entrenamiento no se puede. Lo que los partidos te dan es necesario: esa agilidad mental, esa habilidad para resolver en un segundo una jugada, una acción; en eso se hace la diferencia. Así lo vivimos en México donde Venezuela y los locales llegaron muy bien preparados y disputaron la final”.
¿Qué le falta a Colombia para ganar un partido mundial o para clasificarse a Olímpicos?
“Lastimosamente el deporte colombiano está experimentando unos recortes en presupuesto que nos afectan mucho. Eso hace que no tengamos entrenador todo el tiempo, que, como pasó en 2024, un año nefasto para el voleibol, nos quedáramos sin competencia, sin entrenador y eso afecta mucho. Talento hay, ganas y pundonor tenemos, pero necesitamos más juegos, más fogueos para seguir subiendo el nivel”.
¿Qué se debe hacer entonces?
“Tenemos unos deportistas competitivos, con garra, luchadores, con muchas condiciones, pero necesitamos más competencia para tener regularidad, para sostener el nivel desde el primer segundo hasta el último. El deporte élite no es de suerte o ganas, todos los equipos se preparan, compiten se foguean y eso es lo que necesitamos, que los dirigentes y la empresa privada se comprometan con el voleibol. Que inviertan para garantizar esa preparación que es vital para llegar a los torneos con el ritmo ideal y así poder ganar y alcanzar los objetivos, queremos estar en Juegos Olímpicos y volver al Mundial”.
¿Qué pasó antes del Mundial?
“Queríamos vivir el Mundial de la mejor manera, sin generar polémica, pero pasan cosas tan insólitas como que, luego de la Copa Panamericana, China nos invitó con todo pago para foguearnos con ellos antes de Filipinas y todo se dañó por un tema administrativo, porque la Federación no tuvo a alguien para tramitar las visas y por eso perdimos esa opción”.
Eso no sucedió antes...
“En 2021 nos preparamos como era debido porque el técnico Jorge Smith consiguió una gira por Brasil y qué pasó, pues llegamos bien preparados y ganamos, por eso insisto en que esos fogueos son indispensables... A Filipinas llegamos dos días antes para adaptarnos a una diferencia de 13 horas, y un viaje de casi dos días, y el cuerpo lo sintió, por eso en el primer juego no nos sentíamos bien, ya contra Portugal demostramos que podíamos jugarles con el nivel, y ganamos dos sets, algo que para nosotros fue especial”.