Del fútbol al motociclismo: dos jóvenes estrellas pierden la vida en un mismo y fatídico día.
El deporte mundial atraviesa uno de sus días más oscuros. Este jueves, 3 de julio de 2025, quedará marcado por una doble tragedia que ha sacudido al corazón de miles de aficionados: la muerte del futbolista Diogo Jota junto a su hermano en un accidente automovilístico, y el fatídico fallecimiento del joven piloto español Borja Gómez, de tan solo 20 años, durante una competencia en el Campeonato de Europa Stock.
Borja, nacido en San Javier, Murcia, era una de las joyas más prometedoras del motociclismo español. Su talento lo había llevado a convertirse en piloto oficial de Moto2 con apenas 17 años, y aunque recientemente se había concentrado en la categoría Superbikes, su anhelo era claro: volver a brillar en Moto2, la antesala de la élite del motociclismo mundial. El pasado fin de semana había dado una señal de su renacer competitivo al ganar una vibrante carrera en el circuito de Jerez. Todo apuntaba a que Borja estaba reencontrando su mejor versión.
Pero la vida, a veces, juega con reglas incomprensibles. En el circuito francés donde se disputaba una nueva fecha del Campeonato de Europa, Borja sufrió una caída en una curva crítica del trazado. La escena, dolorosa y estremecedora, tuvo un desenlace devastador: otro piloto que venía por detrás no pudo evitarlo y lo atropelló de lleno. El impacto fue letal.
Las asistencias médicas actuaron con rapidez, pero nada pudieron hacer para salvar la vida del joven murciano. Su pérdida ha dejado un vacío imposible de llenar no solo en el paddock del motociclismo europeo, sino en todo el mundo del deporte.
Su historia no era solo la de un talento precoz. Borja Gómez era también el reflejo de la humildad y el sacrificio. Desde niño soñó con recorrer los circuitos del mundo sobre dos ruedas. Su familia, sus entrenadores y sus compañeros de equipo siempre hablaron de él como un chico noble, apasionado y profundamente comprometido con su carrera. Su determinación lo llevó a enfrentarse a gigantes, a remontar adversidades y a conquistar victorias que prometían un futuro lleno de gloria.
Hoy, ese futuro se ha desvanecido, dejando en su lugar una profunda tristeza. Las redes sociales se han llenado de mensajes de condolencias y homenajes por parte de pilotos, escuderías, medios y aficionados. El motociclismo español, que tantas alegrías ha dado, hoy se viste de negro.
En medio del duelo por la trágica pérdida de Diogo Jota y su hermano, la muerte de Borja Gómez suma aún más dolor a una jornada que quedará grabada con lágrimas en la memoria del deporte.
