Parecía que se iban a reventar de nervios. Tenían mucha ansiedad por lo que pasaba en la cancha del estadio Phllipe Chartier de París, a pocos metros de donde estaban sentados.
El padre de Carlos Alcaraz resoplaba, se tocaba la cabeza, ponía las manos en el cuello y contenía el aire, como quien espera que el futuro se decante de su lado, mientras su hijo disputaba el último set de la final del Roland Garros 2025. La madre de Jannik Sinner, por su parte, se cubría la boca con las manos, miraba al suelo, después levantaba la mirada y se tapaba el rostro completo, con algunas lágrimas en los ojos y el rostro más rojo que el de su hijo, que no araba de correr, raquetear, en la manga definitiva.
Viviendo esa tensión insufrible, estuvieron los familiares y entrenadores de los dos mejores tenistas del mundo, durante las 5 horas y 29 minutos que duró el partido por el título, una montaña rusa de emociones que tuvo a los asistentes –casi todos de frac, elegantes tipo París–, anclados a sus asientos en las tribunas y a millones de personas mirando, de un lado a otro, con expresión de incredulidad, la pantalla de sus televisores.
Alcaraz y Sinner, de 22 y 23 años, jugaron la final más larga de la historia del Roland Garros. Disputaron, además, el mejor partido de tenis del que se tiene recuerdo en los últimos años. La disputa fue pareja. Un te golpeo y me golpeas constante, digno de boxeo, pero en una cancha de polvo de ladrillo que, llena de líneas desgastadas por los movimientos rectos, en diagonal, derrapando de los deportistas, parecía gritar “no más”.
Pero los tenistas, dispuestos a todo para quedarse con el título, querían seguir. En las primeras cuatro horas y media ambos vivieron la miel de casi vencer al rival y la frustración de no poder concretarlo. Sinner ganó los dos primeros sets 6-4, 7-6 (7/4). Por un momento pareció que el italiano, número uno del ranking ATP, se quedaría con el título. Pero Alcaraz, heredero de la mentalidad de “Toro” de Rafael Nadal, inició su remontada épica en la tercera manga, que ganó 4-6.
Ahí se mostró feliz, confiado: había salido del agobio de la derrota. Sin embargo, en el cuarto set volvió a verse presionado. Fue necesario un tie break (se juega después de que empaten a 5 games en un set). Ahí se impuso (7/3) y se quedó con la victoria 7-6, con lo que forzó a una quinta manga.
La final más larga de la historia
Pasaron más de cuatro décadas para que, de nuevo, el tiempo se volviera historia en París. La final más larga del Roland Garros de la que se tenía registro fue la que protagonizaron Guillermo Vilas (argentino) y Mats Wilander (sueco y ganador del título), en 1982, cuando se demoraron 4 horas y 42 minutos para definir al campeón del segundo Grand Slam de cada año.
En el quinto set del duelo por la disputa del título del 2025, ese tiempo se superó. Sí, el partido de las jóvenes promesas superó por 47 minutos al que se disputó hace 43 años. A ese tiempo se llegó en la manga definitiva, que fue pareja, emocionante.
De nuevo ocurrió lo que fue tendencia en todo el encuentro: Alcaraz cerca de dar el gran golpeo, pero Sinner negándoselo. Hubo necesidad de un Súper Tie Break, que solo se juega cuando en el set final de un encuentro definitivo, los tenistas igualan a 6 “games”.
Ocurrió. El ganador sería el primero que llegara a 10 puntos. El estadounidense Andre Agassi, uno de los mejores tenistas de la historia y quien en 1999 logró el título del Rolad Garros, alcanzando así el Slam Dorado (ganar todos los grandes torneos del año y una medalla de oro en los Juegos Olímpicos), se mostró sorprendido con el nivel de tenis de los dos jóvenes.
Durante el momento final, se tomó varias veces la cabeza e hizo gesto de incredulidad ante lo que estaba viendo. Alcaraz, más fuerte en lo mental y con el apoyo del público que coreaba cada que pedía su nombre y después hacía un “shhhh” largo, antes de que sacara cuando era su turno, se quedó con la victoria: ganó 10-2 el tie break y consiguió su segundo título consecutivo del Roland Garros.
¿La final más larga de la historia?
No es casualidad que, cada nada, a Alcaraz, quien se mostró alegre por sostener su título en París y dijo que se sentía muy arropado por el apoyo de los aficionados, lo compares con Rafael Nadal. Ambos tienen carreras parecidas. De hecho, este domingo hubo una coincidencia. “Carlitos” consiguió su quinto Grand Slam con 22 años, un mes y tres días. De acuerdo con Tiempo de Tenis, Nadal llegó a la misma cantidad con la edad exactamente igual.
El duelo entre Alcaraz y Sinner se convirtió en la segunda final más larga de la historia de un Slam. Solo la supera el enfrentamiento entre Novak Djokovic y Nadal en el Abierto de Australia de 2012, que duró 5 horas y 53 minutos, en la que se impuso el serbio.