Kate Cassidy, pareja del ex-One Direction Liam Payne, estuvo al lado del cantante británico durante los últimos dos años de su vida. Sin embargo, se conoció que tras la repentina muerte del músico en octubre de 2024, a los 31 años de edad, Cassidy no figura entre los beneficiarios de su millonario patrimonio.
Payne murió el 16 de octubre del año pasado al caer desde el balcón de un hotel en Buenos Aires. El artista británico no dejó un testamento, lo que en el Reino Unido activa las leyes de sucesión intestada: normas legales que determinan cómo se reparte la herencia cuando una persona muere sin dejar disposiciones formales.
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Según esas reglas, si una persona fallece sin estar casada ni tener testamento, pero tiene hijos, el 100 % del patrimonio pasa directamente a sus descendientes, reveló el diario británico Daily Mail.
En este caso, todo irá a su hijo Bear, de ocho años, fruto de su relación con la cantante Cheryl Tweedy, exintegrante del grupo Girls Aloud.
El valor del patrimonio de Payne fue estimado en £24 millones de libras (más de 136 mil millones de pesos colombianos). El poder de administración del legado fue concedido a su expareja Cheryl, como madre del único heredero reconocido legalmente, de acuerdo con el medio británico.
Tras conocerse los detalles legales, una fuente cercana declaró a Daily Mail que “para Kate, nunca se trató del dinero. Ella amaba a Liam en las buenas y en las malas y no quería que Bear fuera de otra manera que el principal beneficiario del testamento de su padre”.
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Cassidy había hablado previamente sobre la trágica muerte del cantante y reveló que ambos tenían planes de casarse.
La historia de la pareja comenzó en Charleston, Carolina del Sur, cuando ella trabajaba como camarera en un bar-lounge. Según contó la influencer en un video de TikTok, una noche atendió a Payne, quien le pidió su número tras una conversación breve.
Poco después, comenzaron una relación que se hizo pública en 2022 y se mantuvo hasta los días previos a su muerte. Habían estado juntos en Argentina solo dos días antes del accidente.
El patrimonio de Payne fue gestionado bajo una figura legal conocida como Ad Colligenda Bona limitada, usada para permitir la administración y posible venta de bienes de una persona fallecida sin testamento. Esto se aplica cuando hay urgencia en manejar el patrimonio, por ejemplo, para no perder una venta inminente de propiedades o activos.
En el caso de Liam, todo indica que su fortuna será colocada en un fideicomiso exclusivo para su hijo Bear, conforme a lo estipulado por la ley de Reino Unido.
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