Con la apertura de su séptima sede, Della Nonna Trattoria refuerza su presencia en una ciudad que se interesa cada vez más en tener ese maridaje perfecto en sus comidas. En el barrio El Poblado de Medellín, en el El Tesoro, ubicado en el sótano 1 y apartado de los ruidos propios de un centro comercial, este restaurante capta la atención de quienes desean “un momento para recargar el alma, compartir y generar experiencias memorables a través de los pequeños detalles de la cocina y el amor por la misma”, explica Rui Pereira, cofundador de esta marca.
Sentirse en casa y comer con calma
En italiano, Della Nonna significa “de la abuela” y ese espíritu familiar impregna cada rincón de esta cadena de restaurantes. Establecido en Medellín en 2015, pero con fundadores experimentados en la gastronómica desde 1977, este proyecto busca ofrecer más que un plato, una experiencia memorable: espacios amplios, atención cálida, cocina ágil y comida de alta calidad.
Della Nonna Trattoria invita a las personas a desconectarse de los acelerados ritmos urbanos, un espacio que, desde la calma y la familiaridad, busca embelesar el paladar. “Cuando vienen en familia invitamos a que entre todos pidan diferentes productos como centro de mesa para comer en un estilo familiar, desde el compartir. Aprovechar que están juntos para lograr esa convivencia alrededor de la comida”, explica Rui Pereira.
Aunque su público es mayoritariamente familiar y corporativo, su menú con 80 platos entre 25.000 y 150.000 pesos es un mosaico de gustos: desde ensaladas ligeras hasta pastas abundantes. “La versatilidad de nuestra carta permite atender en diferentes momentos y a personas de diferentes edades. Incluso tenemos una zona petfriendly”, señala su cofundador.
Sabores de alta cocina
La calma del lugar es el preludio de un viaje gastronómico. Ingredientes importados como el queso grana padano, el tomate San Marzano o el aceite italiano, son la base de platos que priorizan lo artesanal en cada detalle. “Nosotros compramos la materia prima y con ella hacemos todos nuestros productos, el pan que acompaña algunos platos, la salsa napolitana picante, la mayonesa de ajo, la mantequilla e incluso la reducción de vinagre balsámico la elaboramos para garantizar calidad”, profundiza Pereira.
El plato estrella es la Pasta Grana Padano: una rueda de queso madurado 18 meses que se flamea con vodka para crear una salsa cremosa sobre la cual, y sin retirarla del queso mismo, se mezcla la pasta ya cocinada. En Italia se llama pasta a la rueda, porque se prepara dentro de la rueda de queso.
Otros imprescindibles son la Milanesa de pollo —gratinada con mozzarella y parmesano—, el mixto fritti de camarones y calamar con salsas caseras, o la Burrata trufada, queso cremoso de búfala sobre champiñones trufados, un homenaje a la simplicidad elegante. Y para brindar, por supuesto, el Aperol Spritz, un cóctel con licor a base de hierbas, naranja, prosecco y un poco de soda, una combinación que refresca y abre el apetito.
El Tesoro: una sede con sabor a hogar
“Nos enamoramos de Medellín, una ciudad de personas trabajadoras a la que nos hemos integrando como una familia”, confiesa Rui Pereira, quien llegó desde Venezuela para sumarse al sueño gastronómico de la ciudad. Por eso, El Tesoro cuenta con 100 puestos para comensales, suficientes para brindar una atención especial a cada uno, pero además ofrece una espectacular vista al paisaje citadino, zona de mantel, zona VIP —que puede ser privada— y una barra bar.
Pero el compromiso de Della Nonna va más allá de sus paredes. Su participación en Medellín Gourmet, el Festival Sano o Qué Sabor Medellín demuestra que su cocina es un puente entre culturas y su nueva sede en El Tesoro reafirma su búsqueda por estar cada vez más cerca. El menú está servido y la ciudad, lista para repetir.
*Contenido en colaboración con Della Nonna Trattoria