Mientras el mundo celebra los avances de la inteligencia artificial (IA), una pregunta empieza a ganar protagonismo en las mesas de discusión energética: ¿de dónde saldrá toda la electricidad que necesita esta revolución digital?
Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), los centros de datos —la columna vertebral de la IA— podrían consumir entre 90 y 125 gigavatios (GW) adicionales de energía hacia 2030.
Para dimensionar el impacto, esa cifra equivale a toda la capacidad eléctrica instalada de España.
La energía, por tanto, se ha convertido en el nuevo eje de poder tecnológico. En un contexto en el que los países compiten por desarrollar modelos más potentes y eficientes, la disponibilidad de electricidad será decisiva para definir el liderazgo global en IA.
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Dosquebradas, en el mapa mundial de la electrificación digital
Desde Dosquebradas (Risaralda), un municipio más conocido por su vocación industrial que por su relación con la alta tecnología, Hitachi Energy ha comenzado a fabricar transformadores eléctricos especializados que serán exportados a los grandes centros de datos del mundo, aquellos que alimentan el entrenamiento de modelos de lenguaje y redes neuronales.
Con esta producción, Colombia se abre camino para ser un socio estratégico en la electrificación de la inteligencia artificial, aportando componentes esenciales para una infraestructura que crece a un ritmo vertiginoso.
“Los sistemas eléctricos jugarán un papel clave en definir el liderazgo global en IA”, explica la compañía.
También destaca cómo la nueva generación de transformadores fabricados en el país está diseñada para atender la creciente demanda energética de los data centers que impulsan la automatización, el aprendizaje automático y los servicios digitales.
El reto eléctrico de los data centers para IA
El auge de los centros de datos ha sido uno de los principales motores del aumento en la demanda eléctrica global.
La IEA estima que hacia 2030 estos consumirán 945 teravatios hora (TWh) al año, lo que representa cerca del 10% del crecimiento total de la demanda eléctrica mundial.
Sin embargo, la infraestructura actual no está preparada para un salto tan grande. De hecho, la IEA advierte que hasta el 20% de la capacidad de nuevos centros de datos podría retrasarse entre 2025 y 2030 por cuellos de botella en los permisos o limitaciones en las redes eléctricas.
“Un sistema eléctrico diseñado para la previsibilidad y la planificación de carga base ya no es adecuado”, explicó Aleksandar Grbić, gerente global de soluciones para centros de datos de Hitachi Energy.
Y agrega: “Debemos planificar en torno a cargas de rápido movimiento, alta densidad y picos intermitentes que pueden comportarse más como máquinas industriales que como granjas de servidores tradicionales”.
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Redes eléctricas: el cuello de botella de la IA
Hitachi Energy advierte que el crecimiento acelerado de los centros de datos exige una expansión urgente y más inteligente de las redes eléctricas.
A nivel global, los planificadores enfrentan enormes desafíos para proyectar la demanda energética de estas instalaciones, que crecen a un ritmo sin precedentes. La compañía destaca siete retos estratégicos:
1. Expansión y complejidad: las redes deben ampliar su capacidad y adaptarse a demandas mucho más dinámicas.
2. Planificación avanzada: se requieren modelos predictivos que integren la expansión imprevisible de la IA.
3. Nuevas regulaciones y modelos de mercado: los marcos actuales son insuficientes para manejar la volatilidad del consumo digital.
4. Cadena de suministro: los transformadores eléctricos son ahora un bien escaso y estratégico.
5. Colaboración entre actores: gobiernos, fabricantes y operadores deben coordinarse para evitar crisis energéticas.
6. Energía como cuello de botella: la falta de electricidad puede frenar la innovación.
7. Sostenibilidad vs. demanda: equilibrar el crecimiento tecnológico con la descarbonización será un reto central.
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Transformadores: el eslabón clave en la nueva economía eléctrica
El transformador eléctrico, un componente muchas veces invisible en el engranaje energético, se ha convertido en una pieza crítica del rompecabezas.
Solo para atender el crecimiento proyectado de centros de datos de IA, se requerirán entre 670 y 1.400 transformadores nuevos a nivel mundial para 2030.
El problema es que la capacidad global de fabricación de estos equipos es limitada, y la expansión de la producción no ocurre de la noche a la mañana.
De ahí la importancia de que Colombia haya entrado en este mercado. La planta de Hitachi Energy en Risaralda no solo atiende la demanda local, sino que exporta transformadores de última generación, con Estados Unidos como principal destino.
De acuerdo con McKinsey, los centros de datos impulsados por IA podrían alcanzar 156 GW de capacidad operativa en 2030, con un crecimiento de 125 GW solo entre 2025 y 2030.
En términos prácticos, esto equivale a construir una “España eléctrica” cada cinco años para sostener la IA global.
Aunque la mayor parte de la demanda proviene de América del Norte y Asia, América Latina comienza a fortalecer sus redes y desarrollar soluciones digitales de gestión energética para apoyar la instalación de nuevos data centers.
En este mapa, Colombia se abre paso como un proveedor, con tecnología que contribuye tanto a la electrificación como a la descarbonización del ecosistema digital.
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