Para las discotecas y bares paisas la noche está cada vez más oscura. Así resume Asobares Antioquia los ajustes que tendrán que hacer para asumir los costos que traerá la nueva ley 2466 del 2025 (reforma laboral), que fue sancionada esta semana por el presidente Gustavo Petro. Según cálculos del gremio, los costos podrían subir casi un 25%.
La situación se trata de la materialización de una advertencia que hicieron los analistas y gremios como Fedesarrollo y la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) sobre el aumento de los costos que traerá dicha reforma, así como el impacto que podría generar para las cajas registradoras de las compañías, la generación de empleo y la informalidad.
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Solo para tener una idea, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) calculó que 120.000 empleos entrarían en riesgo a raíz de los cambios en el sistema laboral. Así las cosas, el impacto sobre los puestos de trabajo formales sería de 1,28% —eso teniendo en cuenta que según el Dane hay 10,91 millones de puestos de trabajo formales en Colombia—.
Dicha cifra se construyó con base en el aumento de los recargos dominicales y festivos, así como el arranque de la jornada nocturna más temprano, a partir de las 7 de la noche.
Ahora, no se puede dejar de lado que el impacto se redujo de manera importante, pues en un principio los analistas hablaban de una destrucción de unos 450.000 empleos, pero el articulado sufrió varios cambios a raíz de su trámite en el Congreso y, por ende, se consolidó un texto con menos impactos.
Sin embargo, el reproche de los empresarios y gremios contra la bancada de Gobierno obedece a que no se incluyó una exención para las pequeñas y medianas empresas en el aumento de los recargos dominicales y festivos, así como un tratado especial para los sectores que dependen de la noche para generar la mayor parte de sus ganancias, como las discotecas, bares y gastrobares. De hecho, este sería uno de los sectores más golpeados.
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Discotecas, entre las más golpeadas
Los administradores de discotecas ya están haciendo cuentas y estudiando posibles estrategias para mitigar el impacto de la reforma, puesto que es un negocio que depende casi 100% de la operación nocturna.
Juan Pablo Valenzuela, presidente de Asobares Antioquia, comentó que las cifras de impacto son muy pesimistas. El gremio calcula que el aumento de los costos sería del 25% en promedio. Un dato preocupante, ya que hay 147.000 personas que cuentan con un puesto de trabajo en la economía nocturna en Medellín y su área metropolitana.
Una preocupación adicional para estos empresarios es que el 38% de esos empleos pertenecen a jóvenes entre los 18 y 28 años, que dependen de estos ingresos para complementar sus estudios y demás necesidades.
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El impacto para los jóvenes es poco alentador, además porque la tasa de desempleo en el territorio nacional para estas personas es de 15,7% para el trimestre marzo - mayo de este año, lo que significa que es muy superior al 9% que se calculó para el país. En otras palabras, a los jóvenes les cuesta más conseguir empleo.
“Los legisladores aprobaron la reforma y desconocieron que este es un sector que genera puestos de trabajo en las noches. Hay una barrera para la formalización de los empleos, teniendo en cuenta que nuestro sector tiene cerca del 52% de sus empleados en la informalidad, pero esta ley no incentiva para nada la formalidad y, por el contrario, pone en riesgo los puestos de trabajo actuales”, sentenció Valenzuela.
Posibles estrategias
Como se mencionó antes, los empresarios de restaurante bares y discotecas ya están buscando fórmulas para superar dicha dificultad, por ejemplo, Andrés Felipe Caballero es socio y administrador de un grupo de compañías que cuentan con 15 establecimientos de comercio en la capital antioqueña, entre ellos la conocida discoteca Canalón, ubicada en la 70, Recinto del Despecho y El Granero. Todos sus negocios emplean alrededor de 360 personas en Medellín y su área metropolitana.
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Caballero manifestó que no solo se trata del impacto por los dominicales, festivos y la jornada nocturna, sino que también cuentan con practicantes del Sena que ahora significarán un aumento adicional para el pago de nómina. Eso, porque pasarán a tener un reconocimiento de contrato laboral, eso quiere decir que un estudiante en su etapa lectiva pasará de recibir $711.750 (50% de un salario mínimo) a $1.067.625 (75% del salario mínimo). A esto se suma el aporte de salud y el pago de riesgos laborales, que antes tampoco se recibían y serán asumidos por su empleador.
“Todo esto tendrá un impacto muy importante para nosotros porque este ha sido un año difícil, donde el comportamiento de las ventas no ha sido el mejor y, sin embargo, hemos tratado de darle un aguante con el ánimo de que las cosas mejoren”, mencionó.
El empresario calcula que los costos para el caso de este grupo de compañías rondaría entre el 25% y el 30%, similar al que estima Asobares. En ese orden, el grupo empresarial ya estima por lo menos tres posibles escenarios para absorber los costos y poder mantener los negocios de forma rentable y a flote.
La primera estrategia que está considerando es una reducción de personal para equilibrar las cargas, no obstante, Caballero aclaró que no es una medida definitiva e inmediata, pues muchas de las medidas, como la jornada nocturna, solo entrarán en vigencia en diciembre de este año.
La segunda solución sería reducir los horarios de atención en algunos de los establecimientos, sobre todo en restaurantes y gastrobares. Con esto esperan reducir la jornada de trabajo en los días menos rentables y donde haya la menor cantidad de ventas o, incluso, optar por cerrar en esas fechas.
“Hay negocios que los abrimos desde las 8 de la mañana, y realmente la venta se produce sábado y domingo. Entonces, pues no tiene mucho sentido abrir de lunes a viernes en ese horario. Y así habrá varios”, comentó,
Además, entre las posibles medidas se proyecta que los turnos de los empleados se dividan en dos partes. “Que a la hora del almuerzo se vayan para sus casas y vuelvan a atender la jornada de la noche”. La lógica de esa medida es sencilla: solo tener al personal en las horas de mayor tráfico de clientes y evitar costos en los horarios “muertos”. Una jugada de optimización y eficiencia.
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“Sabemos que este es un tema que a la gente no le gusta (...) pero nos va a tocar porque no nos da. Nos toca buscar colaboradores que estén dispuestos a partir los turnos y estar realmente en los horarios que el negocio los requiere”, indicó.
Se encarecerá más la fiesta
No se puede dejar de lado que a diferencia de los bares, restaurantes y gastrobares, muchas discotecas operan exclusivamente de noche, cuando las personas acuden para distraerse con unos cuantos tragos y reciben la madrugada en medio del dembow y otros diversos ritmos musicales en las zonas rosas de Medellín.
En estos casos es más complejo recortar el personal, cerrar o abrir más temprano, además de partir el horario de los empleados. En otras palabras, el margen de maniobra es más reducido. Por esa razón, los empresarios como Caballero reconocen que efectivamente la fiesta en Medellín se podría encarecer a raíz de la reforma laboral.
Es decir, que entre la baraja de opciones para equilibrar los mayores costos, los dueños de discotecas podrían optar por simplemente subir el precio de los productos.
“Sí, efectivamente, esta es la otra opción que queda. Ya estamos modelando este impacto que se requiere de incremento en los precios y sin aporrear mucho al cliente”, dijo el empresario.
Para esa tarea, en el caso de los 15 negocios que administra Caballero, se está identificando cuál es la lista del 20% de los productos que influyen en el 80% de las ventas, para pensarse un ajuste de precios.
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Golpe para los restaurantes
Ahora, si se habla solo de los restaurantes, el balance para estos micronegocios es, a su vez, desalentador. Una de las quejas de los restauranteros obedece a luego de la pandemia, el sector viene de “capa caída” y no ha podido recuperarse del todo. Solo para aterrizar esa premisa, entre agosto del año pasado y septiembre del 2024, se estima que cerraron 1.600 establecimientos gastronómicos en el país. Un balance de cuatro por día, según datos de la Asociación Colombiana de Gastronomía, Acoga. Solo en este año ya se cree que clausuraron 400 negocios adicionales.
Se calcula que los establecimientos gastronómicos formales en Colombia generan 420.000 empleos. El Dane reporta que 80 de cada 100 restaurantes en Colombia son informales.
Eso no es todo, esa realidad se suma a un acumulado de por lo menos 50 meses de inflación permanente para el sector, lo que ha conducido a un aumento de precios de los menús y, por ende, menos utilidades para los dueños de dichos establecimientos.
De ahí, que los restaurantes no vean con buenos ojos los costos que implican la reforma, por el contrario, es como un “baldado de agua fría” que amenaza la rentabilidad de estos negocios en un momento inoportuno.
Guillermo Henrique Gómez, presidente ejecutivo de Acoga, resumió el impacto para el sector gastronómico en “destrucción de empleo formal e inevitables cierres de establecimientos”.
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Agregó que “el mismo proyecto de ley reconocía que íbamos a ser uno de los sectores más afectados, y solo consideró darnos “prioridad” en programas de apoyo, lo que resulta un saludo a la bandera, ya que las empresas no se crean para ser receptoras de programas de apoyo, sino para sostenerse en el mercado y ser productivas”, cuestionó el líder gremial.
De acuerdo con Gómez, en el sector de comidas podrían estar en riesgo de caer a la informalidad o de desaparecer unos 20.000 empleos “durante los próximos seis meses”. De hecho, preocupa que los efectos negativos sean similares a los que se registraron en pandemia de la covid-19, cuando el gremio sufrió un despido de casi 80.000 personas.
Acoga vaticina que el sector podría entrar en un escenario de poca dinámica económica en el cual dejaría de generar empleos, ya que la subida de costos impide que los restauranteros piensen o inviertan en abrir otras sedes de sus negocios en el país.
Lo cierto es que los gremios manifiestan que están planteando estrategias para evitar la mayor destrucción de empleos posibles a raíz de estos cambios en el sistema laboral, pero solo el tiempo y los datos revelarán los verdaderos impactos.
Gobierno busca mitigar los impactos de la laboral
Una queja constante de los empresarios ha sido el golpe que representa la reforma laboral para los empresarios por los cambios en dominicales y jornada nocturna a partir de las 7 de la noche.
Sin embargo, en conversación con la FM, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, reveló que el Gobierno Nacional está alistando medidas para mitigar los impactos de la reforma sobre el sector productivo, ante el incremento de los costos asociados al mantenimiento de los empleados.
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Se trata de un proyecto de ley que se presentará ante el Congreso. Este articulado incluye medidas que buscan establecer un alivio y un “tratamiento especial” para las micro y pequeñas empresas. Entre las medida se incluirían incentivos, exenciones, acceso a los créditos, facilidades de acceder a la informalización y hasta estímulos tributarios para aliviar las cargas.
