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Mis libros favoritos de 2025

hace 2 horas
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  • Mis libros favoritos de 2025

Por David González Escobar - davidgonzalezescobar@gmail.com

Con el 24 y el 31 cayendo a mitad de semana, en la práctica podemos decir que este domingo se acabó el año: los temas de actualidad y las intrigas políticas pueden esperar hasta mediados de enero. Así, continúo una tradición en esta columna, que ya cumple cuatro diciembres: mis libros favoritos de 2025.

De varios de ellos ya hablé en columnas pasadas, así que aquí solo los menciono: Diplomacia, de Henry Kissinger; 1929, de Andrew Ross Sorkin; How Asia Works, de Joe Studwell; Colombia Ganadora, de Sebastián y Alejandro Salazar; Nuclear War, de Annie Jacobsen; Belisario Betancur: Una vida sin límite, de Carlos Caballero y Diego Pizano; el primer volumen de la biografía de Stalin, de Stephen Kotkin; o Breakneck, de Dan Wang.

Pero a esa lista se suman dos libros de Ryszard Kapuściński, que se consolida, aunque suene cliché, como uno de mis cronistas preferidos: El Sha, un magistral retrato de los excesos de los Pahlavi que desembocaron en la Revolución iraní de 1979; e Imperio, una rememoración de sus viajes por la Unión Soviética en distintos momentos de su vida, con la desintegración del mundo soviético mucho más allá de Moscú, con foco en la Rusia asiática desde Siberia hasta el Cáucaso.

También leí El pasajero de Truman, un fantástico —y difícil de encontrar— libro venezolano de Francisco Suniaga que, basado en hechos reales, narra cómo Diógenes Escalante enloquece justo antes de asumir el poder en Venezuela en 1945, mientras recorre, de paso, buena parte de la historia política del siglo XX del país.

Otro muy buen descubrimiento fue Tu sueño imperios han sido, de Álvaro Enrigue: una novela corta, de estilo muy auténtico, que retrata el encuentro de Cortés con Moctezuma.

Se suma a la lista Skunk Works, de Ben Rich, una memoria sobre algunas de las mayores proezas de la ingeniería militar de Estados Unidos: la división ultrasecreta de Lockheed que creó los aviones espía U-2, el SR-71 Blackbird y el F-117 Nighthawk, símbolos del poderío estadounidense durante la guerra fría. En tiempos en que Estados Unidos parece estar perdiendo su ventaja de ingeniería frente a China, es una gran lectura.

Me fascinó Delirio americano, del colombiano Carlos Granés: libro que, pese a su ambición, cumple a cabalidad el objetivo de contar la historia artística y política de América Latina desde José Martí hasta hoy, y de mostrar hasta qué punto ambas dimensiones están entrelazadas en el devenir del continente.

The Chile Project, de Sebastián Edwards, fue otro gran libro de no ficción con paralelos a Colombia: explica cómo Chile llegó a ser el caso más exitoso de desarrollo en la región, a partir de un modelo de soluciones de mercado y alianzas público-privadas que Colombia en buena medida ha imitado, sin dejar de lado los “pecados” que ayudaron a incubar el estallido social de 2019.

Y, en honor a Vargas Llosa, saldé una deuda con una de sus grandes novelas: La guerra del fin del mundo, que en un registro casi épico se adentra en el nordeste de Brasil —una de las zonas más olvidadas de América— para narrar la historia inverosímil de Antonio Conselheiro y la Guerra de Canudos, que estuvo a punto de desmoronar a la joven república brasileña.

Pero el podio lo encabezaron, sin duda, dos obras maestras a las que llegué tarde: El maestro y la Margarita, de Mijaíl Bulgákov, y El Gatopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Sobre esas dos habrá más en mis próximas columnas.

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