Antonio Alberto Vásquez González no pudo salirse con la suya, pues desde el momento de la captura para que respondiera por el delito de homicidio, su defensa intentó por todas las vías que le dieran casa por cárcel. Pero tras la condena que dictó el juez, deberá pagar 16 años de prisión intramural por haber asesinado a, quien además de ser su protegido, era su amigo.
El reconocido caso ocurrió en la madrugada del 17 de noviembre de 2024, cuando en medio de una fiesta en una discoteca, Vásquez González sacó su arma y le disparó once veces a Johan Camilo Torres Graciano. Además de la sevicia, el crimen tuvo otros elementos particulares. El homicida era el escolta de la víctima, quien lo había contratado para que cuidara su vida, ante las amenazas que venía recibiendo desde hacía cuatro años. Torres Graciano, de 38 años de edad, era un reconocido empresario del sector de la construcción y había decidido confiar en Vásquez González, quien además de exmilitar era su amigo personal, para protegerlo.
Torres Galeano era accionista y empresario de la empresa Construcciones S.I. S.A.S., una entidad dedicada a la construcción de edificios no residenciales y participación de proyectos de ingeniería de gas y metalmecánicos, los cuales se desarrollaban, principalmente, en Antioquia y el Caribe colombiano. Fue fundada en el 2016 y se encuentra ubicada en el barrio Simón Bolívar, en la comuna 12 (La América), de Medellín.
Sin embargo, en la madrugada de ese domingo, en medio de los tragos, una discusión entre ambos escaló y el escolta, que nunca realizó una formación formal para ejercer dicha labor, desenfundó su arma y se la descargó a su protegido, quien fue trasladado a una clínica en Bello a la cual llegó sin vida.
El homicida huyó del lugar y fue capturado horas después en el sector conocido como la Luz del Mundo, en la parte alta de Niquía. El hombre tenía el arma homicida en su poder al momento de la captura.
Aunque inicialmente el juez de control de garantías lo envío a detención domiciliaria, el juez que lo condenó por el delito de homicidio le negó a la defensa la solicitud de que Vásquez cumpliera su pena en su casa, pues pretendían que como parte de un preacuerdo con la Fiscalía para aceptar la responsabilidad y acortar el juicio, la justicia le otorgara dicho beneficio.
Pero para el juez, su crimen fue tan atroz dados los elementos como la sevicia con la que atacó a la víctima, así como su condición de escolta, que bajo ninguna circunstancia era aceptable que cumpliera la condena en su casa. Así que pagará los 16 años en tras las rejas.