En la madrugada del domingo, una riada provocó una inmensa empalizada del río Murindó, en el municipio que lleva el mismo nombre. La empalizada obstruyó el cauce del río y las aguas inundaron los alrededores. Los pobladores de Murindó, una vez más, sufrieron los embates del invierno.
Remover la empalizada será toda una proeza. Jaime Enrique Gómez, director del Dagran, explicó que el proceso tiene que hacerse con maquinaria amarilla y que, por lo menos, tardará un mes.
El problema es que esa zona, que está muy cerca del río Atrato, es una selva apretada, sin carreteras. Entonces, la maquinaria debe llevarse sobre planchones. “Es muy complejo, pero ya se están haciendo las gestiones para eso. Como sigue la empalizada, la comunidad debe estar preparada para una creciente del río. Hasta que no se recupere el cauce, continuarán las inundaciones”, comentó Gómez.
Sin embargo, esta es una solución temporal, pues hay problemas estructurales que deben solucionarse.
Pero Murindó no es el único municipio con problemas con las lluvias. El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, estuvo en la vereda Pavarandocito, de Mutatá, en donde el Río Sucio se desbordó. La población de ese lugar se manifestó este lunes 7 de febrero para llamar la atención de la Gobernación y pedir soluciones al problema, pues el río se desborda con frecuencia.
Los habitantes expusieron sus preocupaciones. La Gobernación, por su parte, se comprometió a contratar un estudio con la Universidad Nacional para tomar medidas de fondo. La solución final solo podrá tomarse luego del estudio.