Llegó la hora cero para la consulta popular del presidente Gustavo Petro. Este martes se tiene previsto que en la plenaria del Senado arranque la discusión alrededor del primer “Sí” que deberá tener el mecanismo antes de llegar a las urnas. Si bien las cuentas siguen apretadas y hay opiniones divididas, hoy sobresale una conclusión con dejo de presagio: si de la bancada antioqueña dependiera, la consulta estaría condenada al archivo.
Así se desprende de un sondeo realizado por EL COLOMBIANO, que habló con la mayoría de los congresistas paisas para conocer el sentido de su voto y sus observaciones alrededor de la iniciativa. El resultado es tajante: de 15 senadores de diferentes bancadas, ocho ya tienen claro que no le van a caminar a la consulta que promueve el primer mandatario.
Sin embargo, con todo y que hay cuatro senadores que tienen fijo su voto a favor –y que incluso, ya están promoviendo comités a favor del “Sí”–, hay tres congresistas que están indecisos y que podrían inclinar la balanza frente a la consulta. Se trata del mecanismo ideado desde Casa de Nariño, entre otras, para darle un impulso a la fallida reforma laboral y –de paso– comenzar a agitar las masas con miras a las elecciones de 2026.
En el frente de los opositores a la consulta sobresalen dos bancadas que concentran la mayor parte de congresistas antioqueños: los conservadores y el Centro Democrático. Justo esta semana que arranca, se tiene previsto que la mayoría de bancadas adelanten sus propios cónclaves y discusiones para definir cómo van a votar la consulta que, si todo sale como está previsto, podría definirse en ciernes este mismo miércoles.
“Mi propuesta es votar no y creo que esa va a ser la postura del partido. Es fundamental que desde las directivas se promueva el no. Este mecanismo es, sin ninguna duda, una estrategia electoral de la izquierda para mover las masas”, reclama el senador conservador Nicolás Echeverry.
En ello coincide su copartidario Óscar Mauricio Giraldo, quien advierte que lo que busca la consulta “ya está escrito y se ha tramitado en las leyes”. “Detrás de esto lo que hay es un discurso populista del presidente Petro. Él quiere hacer ver como si esto que trae la consulta no existiera y ya existe, él quiere hacer ver como si no se pagaran ciertas cosas y ya se pagan”, agrega Giraldo.
Al margen de las observaciones de cada cual, dentro de las huestes conservadoras sobresale un interrogante de primer orden: ¿votarán en bancada o quedarán en libertad para apoyar o rechazar el proyecto? Las miradas están puestas en el senador Carlos Andrés Trujillo, que hoy bien podría integrar el grupo de los indecisos.
Sin embargo, el congresista ha sido cercano al primer mandatario y en el arranque del Gobierno se destacó como uno de los escuderos de los proyectos del presidente Petro, al punto que fue determinante para que los conservadores inicialmente fueran partido de Gobierno. Esa actitud contracorriente pone a pensar a más de uno en la bancada si respaldará la iniciativa.
“Creo que si es una decisión mayoritaria, la bancada tiene que votar como ordene la mayoría del partido”, afirma el senador Echeverry. “Si hay una decisión de bancada uno se debe unir, y no porque sea una imposición, sino porque se trata de un tema democrático”, señala por su parte Giraldo.
En el uribismo, donde sobresalen tres senadores paisas, el asunto parece zanjado. “Esta consulta genera varios riesgos. Es una forma del Gobierno ‘bypassarse’ al Congreso. Es querer pasar de una democracia representativa a una plebiscitaria”, reclama la senadora Paola Holguín.
Al advertir que el mecanismo –como lo reveló la semana pasada el registrador Hernán Penagos–, demandará recursos por al menos $750.000 millones, Holguín dice que hay incertidumbre por el difícil umbral, pero que lo más grave es que será una herramienta para hacer campaña política. “El propio ministro del Interior, Armando Benedetti, dijo que era una mini reelección”, agrega.
En ello coincide la senadora Berenice Bedoya, de la Alianza Social Independiente (ASI), una de las ocho congresistas que hizo frente en la Comisión Séptima para hundir la reforma laboral. “Las 12 preguntas son amañadas. El Gobierno nos está poniendo en una plataforma en la que los que dicen ‘no’ son enemigos del pueblo y no, lo que somos es responsables”.
Desde ya, la congresista advierte que, en caso de que el proyecto sea respaldado por la plenaria del Senado, promovería en Antioquia la abstención a la consulta. “Estoy dispuesta a formar comités por la abstención”.
Por su parte, insistiendo que ya en el Congreso cursan dos proyectos que buscan intereses similares a lo que pretende la consulta, el senador Juan Felipe Lemos (Partido de La U) anuncia su voto negativo, aunque aboga porque la bancada quede en libertad para votar según sus intereses.
Lemos indica que la realidad fiscal del país no aguanta destinar $750.000 millones a un mecanismo incierto, sobre el cual ya legisla el Congreso y que va a anticipar la campaña. “Esos recursos bien pudieran destinarse a otros temas que está requiriendo con urgencia la Nación. No hay inversión en los territorios. Se queja permanentemente el Gobierno de la falta de caja”.
En el bloque a favor de la iniciativa sobresalen los senadores petristas Isabel Zuleta y Alex Flórez, así como León Fredy Muñoz (Verde) y Ómar de Jesús Restrepo (Comunes). Inclusive, Muñoz admite que desde ya están formando comités por el “Sí” en Antioquia.
“Hemos formado más de 30 comités en este momento. La próxima semana vamos a estar en el Oriente antioqueño, en el Urabá, formando comités. Espero que ganemos, que gane el pueblo colombiano y vamos a ganar la consulta para que la gente decida su futuro laboral”, afirma Muñoz, precisando que los comités ya operan en Medellín o Bello.
A su turno, el senador Flórez insiste en que el país está a la espera de que “se hagan las reformas que el presidente prometió en campaña y que todos los trabajadores puedan ganar más por trabajar horas extras y los domingos y festivos. Que ganen un poquito más”.
Inclusive, va más allá y vaticina que un “no” del Senado al mecanismo se traduciría en otro estallido social. “Sería un error estratégico de las bancadas de oposición que ya lo acometieron cuando hundieron la reforma laboral. Eso provocó la exacerbación de los ánimos y una causa política que hoy está más viva que nunca a través de movilizaciones gigantescas en el país (...) Si quieren terminar de embarrarla, nieguen la consulta popular, así consolidan al progresismo muchísimo más”.
En medio de la puja, sobresalen dos nombres clave: los senadores Juan Diego Echavarría y John Jairo Roldán, ambos del Partido Liberal. En diálogo con este diario admiten que no han tomado una postura y que el asunto aún no se ha definido. No obstante, Roldán defiende que la consulta es un mecanismo válido y que “hay que sacarla del contexto de la polarización”.
Sin embargo, apenas el viernes el expresidente César Gaviria, mandamás del Partido Liberal, pareció lanzar una directriz con apariencia de orden: votar no a la consulta.
“Es una decisión equivocada. Gastar un billón de pesos en una votación simbólica, es un despilfarro inadmisible en medio de la crisis fiscal que atraviesa el país”, aseguró.
Los movimientos y pujas se intensificarán a partir de este lunes. La pelota queda en la cancha del Senado y la decisión que adopte la plenaria será determinante para lo que se viene en la arena política. Está por verse si la decisión de la bancada paisa podrá ser un preludio de lo que pasará.