Un juez pidió semanas atrás investigar a la gloria del ciclismo nacional Luis Alberto “Lucho” Herrera por la declaración de exparamilitares que vinculan al deportista con algunos casos de desaparición forzada. Apareció un nuevo testimonio de uno de los involucrados en los asesinatos.
Se trata de Héctor Díaz Gaitán, alias Camargo, quien admitió haber participado en el secuestro y el homicidio de los vecinos del exciclista Lucho Herrera.
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De acuerdo con el testimonio del en ese entonces jefe de una estructura urbana de las autodefensas del Casanare, alias Camargo se identificó ante sus víctimas como integrante del DAS y les dijo que era para una investigación. Luego los subió a una camioneta y los trasladó a la vereda Tibacuy. En esa zona, cerca al club el Bosque, hay una finca. “Bajo a las personas y se matan y se entierran en esa finca”, mencionó el hombre.
El testimonio, que fue revelado por Noticias Uno, es el tercero de los involucrados, pues anteriormente Luis Fernando Gómez, alias Ojitos, aseguró haberse reunido con Lucho Herrera para obtener los datos de las personas que posteriormente matarían.
Por el momento, los hechos ocurridos el 23 de octubre de 2002 en Fusagasugá siguen siendo materia de investigación por parte de las autoridades, quienes buscan esclarecer el homicidio de 4 personas vecinas de la gloria del ciclismo colombiano.
En los hechos que son investigados de acuerdo a la orden del Juzgado cuarto penal de Fusagasugá, exmiembros de grupos paramilitares aseguraron ante los tribunales que Lucho Herrera acordó con ellos la desaparición y el asesinato de cuatro campesinos, todos vecinos de Herrera, señalándolos como milicianos de las Farc.
Gonzalo Guerrero Jiménez, Víctor Manuel Rodríguez Martínez, José del Carmen Rodríguez Martínez y Diuviseldo Torres Vega fueron los campesinos asesinados por los paramilitares. La desaparición de estos cuatro campesinos fue declarada como crimen de lesa humanidad.
Por el momento, los familiares de las víctimas aún no salen del asombro de las declaraciones de los exintegrantes de las autodefensas, pues en una finca se saben quiénes son todos los vecinos, y desde tiempo atrás conocían a Herrera. Así lo aseguró Pastor Rodríguez, hermano de dos de las víctimas, quien dijo que eran cercanos a la familia de Lucho.
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