La Fiscalía General de la Nación abrió una investigación contra Natalia Vidales Martelo, exreina de belleza de Cartagena, por presuntamente haber sacado del país a su hijo recién nacido empleando documentación adulterada para evadir los controles migratorios y sin contar con el consentimiento del padre del menor.
Los hechos se remontan al 21 de diciembre de 2024, cuando el niño habría salido de Colombia rumbo a Madrid, España, aparentemente mediante un documento notarial irregular y con la firma paterna falsificada.
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De acuerdo con la denuncia, Vidales habría acudido a la Notaría Sexta del Círculo de Cartagena de Indias para protocolizar la escritura número 4.589 del 17 de diciembre de 2024, la cual sería apócrifa. Este trámite le habría permitido obtener el permiso migratorio con el que logró trasladar al bebé fuera del país.
No obstante, el padre aseguró que “jamás firmó ni otorgó autorización alguna para la salida del niño del territorio nacional”, por lo que sostiene que la exreina habría inducido en error a las autoridades migratorias mediante una conducta dolosa y premeditada.
Tras conocerse el caso, las autoridades colombianas dispusieron el retorno del menor al país, solicitud que se hizo efectiva el 26 de agosto de 2025, con el acompañamiento de funcionarios migratorios; es decir, ocho meses después de su salida. Posteriormente el niño quedó bajo custodia de su padre.
De acuerdo con el Código de la Infancia y la Adolescencia (Ley 1098 de 2006) artículo 110, “La salida del país de un niño, niña o adolescente requerirá la autorización de los padres, de quien tenga la patria potestad o del representante legal, según corresponda.” Si uno de los padres no otorga su consentimiento, será necesaria una autorización judicial.
En caso de que un padre o madre incumpla esta norma, podría enfrentarse a diversas consecuencias legales, entre ellas: la repatriación del menor, la apertura de una investigación penal y sanciones que incluyen penas de prisión. Además, el otro progenitor tiene la facultad de solicitar la custodia o la patria potestad ante un juez de familia.