El desencuentro entre el presidente Gustavo Petro y el saliente director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, puso en evidencia que, aun cuando el exsenador es puntero en las encuestas, sigue sin convencer al jefe de Estado a la hora de entregar sus banderas con miras a 2026. Justo este lunes, Bolívar se refirió a las diferencias con Petro y, entre líneas, reveló el perfil que estaría buscando el primer mandatario para proclamar a su ungido de cara a la contienda del próximo año.
“Él sabe que para esta elección también se necesita, no solamente su voto duro –que es muy consistente–, sino la opinión y maquinaria. Con dos de las tres, ninguno gana”, reconoció Bolívar en diálogo con la emisora La FM, explicando que en 2018 Petro comprendió que, más allá de sectores de centro e izquierda, sumado al voto de opinión, se requiere “anexar al proyecto unas fuerzas de la política tradicional”.
Según dejó entrever el saliente director de Prosperidad Social –quien estará en el cargo hasta el próximo viernes 16 de mayo–, el presidente teme que, en caso de que gane una consulta interpartidista, Bolívar se niegue a recibir apoyos de sectores tradicionales.
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“A él le da temor que, como pasó en Bogotá, yo haga algo similar y no acepte alianzas non sanctas, no acepte dineros de contratistas y termine siendo una campaña muy barata, muy pequeña, y eso me produjo una derrota. Les da mucho temor eso”, manifestó Bolívar, quien sostuvo que “para tranquilizar las aguas” ha dicho que es necesario hacer acuerdo, el lío es con quién. “No es con cualquiera ni ganar por ganar”.
En ese sentido, el funcionario reveló que si bien en el petrismo duro hay figuras como la senadora María José Pizarro, Carolina Corcho o él, el jefe de Estado busca alianzas con otros sectores de cara a conformar un “frente amplio” en marzo.
De allí sobresalen nombres como el saliente embajador Roy Barreras, el hoy gobernador de Boyacá, Carlos Amaya –uno de los líderes de la Alianza Verde–, el exministro Juan Fernando Cristo, y el también exministro Mauricio Lizcano. Recién la semana pasada, Petro sostuvo reuniones tanto con Barreras como con Amaya.
De hecho, recién el pasado jueves el mandatario asistió a un evento en Cubará (Boyacá) en el que Amaya tuvo un papel protagónico y en la tarima ambos expusieron logros a nivel nacional y departamental.
Si finalmente decide lanzarse y logra el apoyo de Petro, Amaya tiene menos de dos semanas para no quedar inhabilitado y armar una campaña en la que podría quitarle votos al centro político, es decir, a sus aliados y copartidarios en el pasado: Claudia López y Sergio Fajardo. Por eso, electoralmente, podría ser atractivo para el petrismo, pues aún no tiene techo.
De la ecuación, según dejó entrever Bolívar, saldrían Carlos Caicedo y Daniel Quintero, quienes parecen hoy más cercanos a la vicepresidenta Francia Márquez, como quedó en evidencia en una imagen de enero pasado.
Frente a los coqueteos con sectores tradicionales, Bolívar reivindicó que no es hipócrita y que le cuesta “mucho” sonreír y hacerse amigo de personas con las que no comparte sus prácticas. “Eso está pasando al interior del Pacto y no lo puedo negar. Otros sí se le han acercado (...) hay otros que le dicen al presidente que Bolívar no es el candidato porque no une, no genera consensos o puede dividir, pueden tener razón”, agregó, negando que tenga el “hígado” para hacer acuerdos con detractores.
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Además, Bolívar reconoció que su favoritismo en las encuestas, un hecho que calificó como espontáneo al tiempo que negó estar en campaña, lo convierte en alguien que “se le atravesó a los intereses de otras personas que legítimamente quieren aspirar y ganar”.
Sin embargo, el director de Prosperidad Social defendió que recientes sondeos evidencian que el electorado está en búsqueda de alguien que ofrezca transparencia y tenga reputación, asuntos que destacó como cualidades. Por ello, insistió en que le dijo a Petro que le diera una chance para competir.
“Ahí es cuando le digo ‘presidente, déjeme jugar, mientras aparece el candidato que usted está buscando’ y si toca, la verdad no vengo a esto, me hago a un lado, pero quiero saber qué candidato es, porque si es un bandido yo no le jalo”, señaló.
De acuerdo con Bolívar, está dispuesto a someterse a un frente amplio, lo que implica “apoyar al que gane”, pero antes de llegar a esa instancia busca saber con quiénes estará codo a codo, consciente de que “el Pacto Histórico no es un movimiento exclusivamente de izquierda, es multipartidista”.
Incluso, fue más allá y señaló que está en una “piscina de lodo” y debe ser cuidadoso para no untarse. “Estoy en una piscina de lodo, trato de que me toque el lodo lo menos posible, pero es imposible. Me tocaría hacer una candidatura como la que hice en Bogotá, puritana completamente al 100 % y no importa el resultado. Es otra posibilidad. Pero tampoco seré un obstáculo para que el Pacto escoja candidato”.