“Extraño hasta las frutas. El otro día tenía muchas ganas de comerme una guayaba y no encontré”, dijo un ciudadano colombiano que, desde noviembre del año pasado, está refugiado en Chile.
El recrudecimiento del conflicto en algunas zonas del país y la inestabilidad política obligó –al menos durante el 2024– a 393.000 colombianos a solicitar asilo en distintos países del mundo. Ese drama humanitario es solo superado por naciones como Sudán y Venezuela.
Lea más: Casi 400.000 colombianos pidieron asilo en el exterior en 2024, según la ONU
Así quedó documentado en el informe “Exilio: un viaje entre el desarraigo y la desesperanza” de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
“El exilio ha dejado de ser una ausencia del país, invisible a la política, para convertirse en un agente que debe ser tenido en cuenta, y cuya situación muestra una responsabilidad que debe asumir el Estado”, afirmó la ACNUR en el documento.
El enfrentamiento entre grupos armados ilegales, la expansión de los criminales y de las economías ilícitas y la profundización de las crisis humanitarias son algunas de las causas que generan presión sobre los colombianos que deciden buscar refugio en el exterior, aunque eso implique perder el tejido social y alejarse de sus familias.
El informe dio cuenta del incremento de solicitudes de asilo conforme finalizó el Gobierno de Iván Duque y avanza la administración de Gustavo Petro.
De acuerdo con la ACNUR, en 2021 fueron 81.000 los colombianos que solicitaron asilo; en 2022 la cifra escaló a 127.000; en 2023 fueron 299.000 solicitudes de colombianos que buscaron refugio en el exterior y, justo el año pasado se llegó a 393.000 solicitudes de asilo.
Este último reporte encendió alarmas, estuvo a punto de alcanzar la cifra más roja que ha reportado Colombia en términos de solicitantes de asilo: fue en 2007, en plena guerra de la Fuerza Pública con las guerrillas, cuando se registraron 500.000 colombianos que buscaron refugio en el exterior.
La ACNUR señaló que después de los procesos de paz, como el que ocurrió en Colombia en 2016, se suelen registrar procesos de retorno de los exiliados. En el país ocurrió lo contrario.
El informe subraya que la mayoría de las personas exiliadas no contempla regresar. En 26 grupos focales consultados por ACNUR, víctimas y refugiados manifestaron que el país no ofrece garantías de seguridad ni de no repetición.
“Las personas tienen temor de ser revictimizadas. Consideran, además, que la polarización política y los casos de corrupción no permiten que el país avance en la garantía de los derechos, situación que podría representar una desmejora en las condiciones de vida a las que han accedido en el lugar de acogida y que han contribuido con su proceso de integración”, se lee en el documento.