El dominio de casi cinco décadas que ha tenido la cadena ABC sobre la transmisión de los Premios Oscar podría estar llegando a su fin. Según un reportaje exclusivo de Bloomberg, YouTube ya expresó de manera oficial su interés en quedarse con los derechos de emisión una vez finalice el contrato vigente con Disney, que dura hasta 2028.
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La sola posibilidad marca un quiebre en la forma como se ha distribuido uno de los eventos televisivos más emblemáticos del entretenimiento. En tiempos en los que las ceremonias tradicionales luchan por atraer a un público joven y digital, la entrada de un gigante como YouTube reacomoda por completo el tablero.
Google quiere su tajada
Entre los interesados aparecen nombres esperados: NBCUniversal (Comcast), Amazon, Netflix y Paramount (que recientemente perdió los Grammy). Pero el que más ruido causó fue YouTube. La plataforma, que alguna vez fue vista por Hollywood como una amenaza pirata, hoy se posiciona como un aliado estratégico gracias a su alcance global, su experiencia en transmisiones en vivo y su conexión directa con nuevas audiencias.
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El cambio podría significar que, por primera vez, los Oscar se transmitan gratis y sin restricciones en todo el mundo, sin depender de cadenas de televisión por cable ni de servicios de suscripción. Para muchos, esto sería una forma de democratizar la ceremonia y devolverle parte del brillo perdido, tras años de caídas históricas de audiencia.
Una pelea de gigantes
YouTube no llega a esta competencia en blanco. La empresa ya adquirió los derechos del NFL Sunday Ticket y ha tenido éxito en otras transmisiones en vivo. Incluso presume del alcance masivo logrado con el pódcast New Heights, de Travis y Jason Kelce, que ganó aún más notoriedad gracias a la relación de Taylor Swift con el fútbol americano.
La competencia, sin embargo, será dura. Algunos de los postores cuentan con ventajas claras: redes de televisión propias, catálogos de cine, alianzas con estudios y, en ciertos casos, vínculos históricos con la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas. No en vano Disney transmite los Oscar desde 1976.
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Aunque el contrato con ABC se mantendrá hasta 2028, el simple hecho de que YouTube esté en la negociación refleja la transformación del ecosistema audiovisual. Hollywood podría estar a punto de entrar en una nueva era, con premiaciones transmitidas en plataformas digitales, mayor interacción con la audiencia y un alcance verdaderamente global.