Andrea De Adamich, una de las figuras más respetadas del deporte motor europeo en los años sesenta y setenta, falleció este miércoles a los 84 años, dejando tras de sí una trayectoria marcada por el talento, la elegancia al volante y una gran pasión por la velocidad.
Nacido en Trieste en 1941, De Adamich comenzó a competir a inicios de los años sesenta y rápidamente se consolidó como una promesa del automovilismo. En 1965 se consagró campeón de Fórmula 3, paso previo a su salto a la Fórmula 1, donde debutó tres años después. Durante cinco temporadas, defendió los colores de escuderías legendarias como Ferrari, McLaren, March, Surtees y Brabham.
Una de las voces de la televisión italiana
Lejos de alejarse del automovilismo, De Adamich encontró una nueva pasión detrás del micrófono. Se convirtió en comentarista televisivo, labor que lo acompañó durante décadas y lo transformó en una voz autorizada del automovilismo en Italia. Su conocimiento, serenidad y carisma lo convirtieron en un referente tanto para los aficionados veteranos como para las nuevas generaciones.
En 2022, su trayectoria fue reconocida por el Gobierno italiano, que lo nombró Comendador de la Orden del Mérito de la República Italiana, una de las distinciones más importantes del país. Su legado, más allá de los circuitos, es el de un hombre que vivió intensamente su pasión por las carreras, dejando una huella imborrable en la historia del automovilismo mundial.
Con información de Colprensa - Vanguardia*
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