La Selección Colombia ya tiene asegurado su boleto para el Mundial de 2026, pero el compromiso de este martes frente a Venezuela, en Maturín a las 6:30 p.m., está lejos de ser un simple trámite. Más allá de la posibilidad de darles rodaje a jugadores que no tuvieron minutos ante Bolivia, el duelo representa una oportunidad estratégica para seguir sumando triunfos que podrían marcar la diferencia en el sorteo de la Copa del Mundo.
Actualmente, Colombia ocupa la casilla 14 del ranking FIFA con 1679.46 puntos, muy cerca del top 10. Escalar posiciones en esta clasificación es clave: lograrlo permitiría a la Tricolor ser cabeza de serie en el sorteo mundialista, evitando enfrentarse en la fase de grupos con selecciones de gran peso como Argentina, Brasil, Francia o Inglaterra. En otras palabras, cada victoria en los partidos oficiales y amistosos previos al Mundial puede traducirse en una ventaja directa para la fase inicial del torneo más importante del fútbol.
El calendario de preparación de la Tricolor será exigente. En octubre, Colombia se medirá a México en Dallas y a Canadá en New Jersey. Luego, en noviembre, enfrentará a Nueva Zelanda en Miami y a Nigeria en Nueva York. Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, lo tiene claro: “Vamos a tener unos ocho partidos previos a esa cita antes de junio del próximo año”. Cada partido será una oportunidad para afinar detalles, consolidar el grupo y acumular puntos valiosos en el escalafón FIFA.
Colombia es hoy el tercer mejor equipo de Suramérica, solo por detrás de Argentina, líder con 1885.36 puntos y vigente campeón del mundo, y Brasil, quinto con 1777.69 unidades. Históricamente, el sistema de la FIFA ha premiado a los equipos mejor posicionados en el ranking para la distribución de bombos en los sorteos. Aunque el Mundial de 2026 contará con 12 grupos en lugar de ocho y 48 selecciones en lugar de 32, la lógica sigue vigente: estar entre los diez primeros garantiza privilegios y mayores posibilidades de superar la fase de grupos.
El sueño del top-10 no es descabellado. Entre 2013 y 2016, la Selección alcanzó la tercera posición del ranking, consolidando una de las épocas doradas de su historia futbolística. Hoy, con una generación que mezcla experiencia y juventud —liderada por figuras como Luis Díaz, Jhon Arias, Jéfferson Lerma y James Rodríguez—, la Tricolor busca volver a codearse con las potencias mundiales. Cada amistoso, cada triunfo y cada buena actuación cuenta para alimentar la confianza del equipo y acercarlo a ese objetivo.
El décimo en el ranking FIFA es Croacia, que todavía no ha confirmado amistosos antes del sorteo (5 de diciembre), por lo que, si Colombia suma tres victorias —la de Venezuela como la más valiosa— le quitaría el décimo lugar en ese ranking, superando también a México (13), con el que se enfrentará, y a Marruecos (12) e Italia (11) que, contrario a Colombia, no tienen entre sus amistosos a selecciones clasificadas al Mundial 2026.
El duelo frente a Venezuela también ha despertado curiosas reacciones entre los aficionados y la prensa del país vecino, quienes, en tono jocoso, han pedido “una manito” a Colombia para lograr el repechaje rumbo al Mundial, apelando a la “Hermandad de la Gran Colombia” y ofreciendo arepas, playas y tequeños como incentivo. Sin embargo, la Tricolor llega con la tranquilidad de haber asegurado su clasificación tras vencer 3-0 a Bolivia, mientras que Venezuela, con 18 puntos y séptima en la tabla, necesita al menos un empate y que Bolivia no venza a Brasil en El Alto para disputar el repechaje intercontinental.
Cada partido de ahora en adelante será una oportunidad para fortalecer la confianza del grupo, probar esquemas, afinar la preparación física y mental y, sobre todo, acercarse al top 10 del ranking FIFA.
Para los colombianos, soñar con un sorteo más favorable y la posibilidad de evitar enfrentarse con las potencias mundiales, es una estrategia que puede marcar la diferencia en la cita deportiva que estrenará formato.
En Maturín, con el calor del estadio Monumental y la presión de una rivalidad histórica, Colombia buscará los tres puntos y dar un paso más hacia la élite del fútbol mundial. Cada victoria ahora será un salto hacia el objetivo de recuperar la posición de privilegio que una vez consolidó al país en el mapa futbolístico global, y ser mirado con respeto.