Una de las decisiones más significativas y controversiales de la reciente asamblea de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) ha puesto en el centro del debate el futuro del talento local. A partir del próximo año, los clubes de la Liga colombiana podrán alinear cuatro jugadores extranjeros de manera simultánea en el campo de juego, superando el límite de tres permitido hasta ahora.
La medida, impulsada principalmente por el América de Cali y ya aceptada por la asamblea, busca brindar mayor flexibilidad a los equipos en la conformación de sus nóminas, pero inmediatamente ha dividido opiniones entre técnicos, directivos y aficionados.
El aumento de la cuota foránea en Colombia contrasta con las tendencias de otras potencias del continente. Mientras países como Brasil, que actualmente permite hasta nueve extranjeros en cancha, están considerando reducir esta cantidad para potenciar a sus futbolistas nacionales, Colombia decidió ir en la dirección contraria.
Hasta el campeonato que finaliza esta semana, el reglamento establecía que los clubes podían inscribir a cuatro extranjeros en su nómina, pero la restricción vital se aplicaba al día del partido: “solo pueden alinear en terreno de juego, de forma simultánea, un máximo de tres extranjeros”. Ahora, ese límite en la cancha se ha elevado a cuatro.
Además de este cambio en la alineación, la asamblea también modificó el cupo total de jugadores inscritos, pasando de 30 a 25 futbolistas por club, un ajuste que intensifica la importancia del cupo de extranjeros en la planificación de las plantillas.
El principal argumento de quienes se oponen a la medida es la preocupación por el desarrollo y la exposición del jugador colombiano, especialmente de los talentos emergentes.
El experimentado técnico Jorge Luis Bernal fue contundente al expresar su desacuerdo. “Siempre hablamos de que hay que mejorar el fútbol colombiano, pero si los jugadores nuestros siguen perdiendo espacios va a ser muy difícil que aumenten su nivel. Esto le quita oportunidades a los jugadores colombianos”, señaló Bernal, poniendo en relieve el impacto negativo que podría tener la decisión en la competitividad a largo plazo de la Selección Colombia.
La tesis es que, al tener la opción de utilizar un cupo extra con un jugador extranjero, los clubes le restarán minutos a jóvenes promesas que necesitan roce profesional para consolidarse.
En la otra orilla, algunos entrenadores y directivos ven la medida como una respuesta pragmática a la dinámica actual del mercado de fichajes.
Nelson Gallego, otro reconocido entrenador del fútbol nacional, argumentó que la decisión es una consecuencia inevitable de la economía del fútbol local:
“Los buenos jugadores colombianos se van muy rápido y los que están acá son muy costosos y por eso a los clubes les toca recurrir a jugadores extranjeros”.
La realidad es que un jugador extranjero puede resultar, en ocasiones, más accesible económicamente que un talento colombiano de nivel similar, especialmente si este último proviene de un equipo rival y tiene altas cláusulas de rescisión. La medida, para sus defensores, es un “alivio” para las finanzas de los clubes en la conformación de sus nóminas.
El impacto de los jugadores foráneos en la Liga colombiana es innegable. En el segundo semestre de 2025, se registraron 68 jugadores extranjeros inscritos, según datos de Transfermarkt, siendo la mayoría de ellos provenientes de Uruguay (20). Además, la efectividad goleadora de estos futbolistas ha sido evidente. Los dos máximos artilleros del campeonato, con 12 goles cada uno, son extranjeros: Francisco Fydriszewski (Polaco, del DIM) y Luciano Pons (Argentino, del Bucaramanga)
La alineación de extranjeros es un aspecto tan delicado que su infracción ha provocado sanciones severas. Hace algunos meses, Atlético Nacional fue sancionado con una derrota de 0-3 contra Bucaramanga y una millonaria multa debido a que el entonces técnico, Javier Gandolfi, alineó a cuatro foráneos, superando el límite permitido en ese momento. Este antecedente subraya la importancia de la regla y la planificación rigurosa que ahora deberán tener los clubes.
La nueva norma de los cuatro extranjeros en cancha promete ser uno de los temas más candentes del 2026, poniendo a prueba la competitividad de la Liga y el desarrollo del talento colombiano.