El futuro de James Rodríguez en el León está rodeado de incertidumbre tras una declaración que sonó a despedida, aunque la directiva asegura que no hay intención de salida ni ofertas.
En el mundo del fútbol, una frase puede encender más rumores que un mercado de fichajes entero. Hace unas semanas, James Rodríguez dejó caer una declaración que desató todo tipo de interpretaciones.
“Me quedan cuatro meses y espero poder cumplirlos y luego pensar todo”.
Para muchos, sonó a despedida anticipada. Sin embargo, el contexto dice otra cosa: su contrato con el Club León finaliza en diciembre de 2025, por lo que sus palabras parecían más bien una referencia al cierre de la temporada. Aun así, en un momento delicado para el equipo —con resultados irregulares en la Liga MX y en competiciones internacionales—, cualquier declaración adquiere un peso extra.
La respuesta de la directiva no tardó en llegar. Jesús Martínez, presidente del club, se encargó de calmar las aguas. “No hay ofertas por James y él no me ha manifestado intención de salir”.
Martínez también aclaró que la ausencia del colombiano en el último partido frente a Monterrey no tuvo nada que ver con su contrato, sino con una molestia física que lo obligó a descansar. La versión desmiente así los rumores que empezaban a circular en medios y redes.
Esta temporada, James ha vivido un arranque complicado. Las lesiones han sido un obstáculo constante, afectando su continuidad y rendimiento. Pese a ello, el entrenador lo sigue considerando pieza clave, confiando en que el ‘10’ pueda ser determinante en la recuperación futbolística del equipo.
La afición, que recibió con entusiasmo la incorporación del talentoso volante, no oculta su deseo: quieren que James se quede. En redes sociales, las peticiones son claras: que lidere la remontada del León y vuelva a brillar como en sus mejores años.
Por ahora, el club mantiene la calma. No hay movimientos oficiales en el mercado ni conversaciones públicas sobre una renovación. Todo parece depender de dos factores: que el colombiano recupere su mejor forma física y que el León enderece su rumbo en lo que queda de temporada. Si esas dos condiciones se cumplen, la relación entre James y la Fiera podría prolongarse más allá de cualquier rumor.
En el horizonte cercano, James tiene la oportunidad de cambiar la narrativa. El balón y el futuro están en sus pies.
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