Robert Francis Prevost fue elegido como nuevo pontífice de la Iglesia Católica a sus 69 años, siendo el papa más joven del siglo XXI y el de menos edad después de Juan Pablo II.
Con tan solo 58 años, el polaco Karol Wojtyła se convirtió en papa el 16 de octubre de 1978, siendo el religioso más joven en lograrlo en el siglo XX. También rompió con 450 años de pontífices italianos.
Luego de la muerte de Juan Pablo II en el 2005, la Iglesia tuvo una tendencia en elegir a dos líderes maduros dentro del Colegio Cardenalicio, estos fueron Joseph Ratzinger, quien a los 78 años se convirtió en Benedicto XVI, y Jorge Mario Bergoglio, que llegó a ser Francisco en el año 2013 a los 76 años.
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A los 69 años, León XIV es el más joven en el nuevo siglo y el segundo en los últimos 100 años, algo que puede significar la búsqueda de un papado largo por parte de la Iglesia, pues Juan Pablo II ocupó el trono de San Pedro durante 26 años.
¿Quiénes han sido los papas más jóvenes de la historia?
Aunque León XIV y Juan Pablo II son los más jóvenes en los tiempos modernos, las edades de ellos se alejan a lo que ocurría en la edad media donde el trono de San Pedro no sólo tenía un papel religioso sino que también entraba en disputas políticas y de poder.
La historia le da el título del papa más joven a Juan XII, quien fue elegido en el año 955 cuando tenía 17 años. Su elección se dio gracias a la ambición de una dinastía, pues era hijo de Alberico II de Spoleto. Su papado fue corto en relación a lo que se esperaba, pues murió en el año 964 (nueve años después de ser declarado papa) en medio de denuncias de escándalos y corrupción.
Otro caso similar fue el de Benedicto IX, quien llegó a ser papa a los 20 años en el 1032. Este pontífice también tuvo denuncias de corrupción, pues incluso llegó a vender su cargo de papa a cambio de dinero.
Gregorio V fue elegido sumo pontífice a los 24 años en el 996 por decisión de su primo, el emperador Otón III, mientras que Clemente II llegó a ser papa con 25 años en el 1046. Su período duró un año debido a una fiebre contraída en un viaje.
La edad media también dejó casos de pontífices longevos como lo fueron Celestino III y Celestino V, quienes fueron elegidos a los 85 años en los años 1191 y 1294 respectivamente.
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