María Corina Machado publicó dos mensajes en sus redes sociales: uno en inglés y uno en español. En el primero mencionado, le dedicó su Premio Nobel de Paz al presidente estadounidense Donald Trump, quien aseguró estas últimas semanas que él debería ganar aquel galardón.
La líder opositora venezolana María Corina Machado fue galardonada este viernes con el premio Nobel de la Paz. Su primera respuesta fue: “no lo puedo creer”. Cuatro horas después, cuando ya terminó de hablar con sus allegados políticos, familiares y amistosos, la política publicó dos mensajes en su perfil de X. Uno en español y uno en inglés.
En el segundo, le dedicó su Premio Nobel de la Paz a Donald Trump. El presidente estadounidense que, no solo llevaba varias semanas asegurando que el galardón debía ser para él, sino que ha desplegado una ofensiva militar en el Caribe, en las costas de Venezuela.
Este fue el mensaje completo de María Corina: "Este reconocimiento a la lucha de todos los venezolanos es un impulso para concluir nuestra tarea: conquistar la Libertad. Estamos en el umbral de la victoria y hoy, más que nunca, contamos con el presidente Trump, el pueblo de Estados Unidos, los pueblos de América Latina y las naciones democráticas del mundo como nuestros principales aliados para lograr la libertad y la democracia. ¡Dedico este premio al sufrido pueblo de Venezuela y al presidente Trump por su decidido apoyo a nuestra causa!".
No es la primera vez que ambos muestran cercanía. Sin embargo, el mundo estaba expectante por la reacción de ambos.
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Durante los días previos al anuncio, el ambiente internacional estuvo marcado por la expectativa. Muchos medios y analistas -simpatizantes con el político republicano- apostaban a que el Comité Noruego podría sorprender al mundo otorgando el Nobel de la Paz al expresidente Donald Trump, quien aseguraba merecerlo por sus supuestos logros diplomáticos.
El propio mandatario alimentó las especulaciones al insistir en que había logrado resolver “siete conflictos” y al presentar, con gran despliegue mediático, la “primera fase” de un plan de paz entre Israel y Hamás para la Franja de Gaza.
Sin embargo, la sorpresa llegó cuando el reconocimiento fue entregado a la líder venezolana María Corina Machado. Pocas horas después, la Casa Blanca reaccionó con descontento: Steven Cheung, asesor y director de Comunicaciones, acusó al Comité del Nobel de dejarse llevar por intereses políticos y de ignorar la supuesta labor pacificadora del expresidente estadounidense.
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En una publicación en X, Cheung aseguró que Trump “seguirá haciendo acuerdos de paz, poniendo fin a las guerras y salvando vidas”, y añadió que “tiene el corazón de un humanitario”.
Antes de que se conociera la decisión, el propio Trump había declarado que no buscaba el premio por ambición personal, sino “por la humanidad”.
No obstante, su historial de declaraciones —y su conocido anhelo por obtener el galardón desde que Barack Obama lo recibió en 2009— mantuvieron viva la discusión pública sobre su figura. En repetidas ocasiones, Trump ha criticado a Obama por haberlo ganado “sin hacer absolutamente nada”, y cada nominación reciente reavivaba ese viejo agravio.
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La dedicatoria de Machado añadió un matiz inesperado al debate. Al expresar su gratitud hacia Trump y reconocer su apoyo a la causa venezolana, la dirigente no solo agradeció la solidaridad internacional, sino que colocó al expresidente estadounidense en el centro simbólico de su victoria.
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