La pantalla de agua del parque Bicentenario se estrenó hace 15 años con la promesa de ser uno de los encantos más singulares en toda la comuna de la Candelaria, un atractivo para el disfrute de las familias y punto de visita obligada para los turistas. Pero la promesa nunca se materializó. En esos quince años es más el tiempo que la estructura ha permanecido apagada. Ahora la alcaldía de Medellín promete por fin meterle mano para sacarla del olvido y el deterioro.
La estructura fue inaugurada con bombos y platillos a mediados de 2010 para ser el complemento de una zona en la que se encuentra el Museo Casa de la Memoria, un espacio público recuperado pensado para ser el referente de los habitantes de los barrios aledaños, comenzando por los de Boston. La pantalla de agua tiene 16 metros de largo y cinco de ancho y en su momento contó con un sofisticado software que le permitía programar un bello juego de luces y chorros que rápidamente atrajo a las familias que se congregaban allí con sus niños mientras a su alrededor se adelantaban diferentes eventos culturales liderados por el Museo Casa de la Memoria. Pero rápidamente el software sacó la mano y mientras en la propia alcaldía las secretarías se tiraban la pelota sobre a quién le correspondía el arreglo y mantenimiento, los habitantes de calle y ladrones fueron acabándola poco a poco.
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Varias veces desde entonces han anunciado arreglos que se promocionaron como definitivos. En 2013 y en 2017. Sin embargo, la pantalla de agua sacó la mano siempre, en gran medida, por falta de mantenimiento.
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