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“Dudo mucho de que el dinero de Quintero esté en el país": Tyche

Gloria Jaramillo, más conocida en X como Tyche, lanzó un libro de su coautoría que narra los orígenes del exalcalde y sus graves escándalos.

  • La abogada Gloria Jaramillo Aristizabal (derecha) en entrevista sobre el lanzamiento de su libro Medellín ya no les pertenece. FOTO: EL COLOMBIANO e imagen tomada de redes.
    La abogada Gloria Jaramillo Aristizabal (derecha) en entrevista sobre el lanzamiento de su libro Medellín ya no les pertenece. FOTO: EL COLOMBIANO e imagen tomada de redes.
Luz María Sierra

Directora de EL COLOMBIANO.

hace 30 minutos
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Suele ocurrir que a veces los ciudadanos del común están mejor informados que los llamados líderes de opinión que le hablan al oído al poder. Un ejemplo claro fue el papel que desempeñó la abogada Gloria Jaramillo Aristizábal —más conocida en la red social X como Tyche— durante la pasada administración distrital. Gracias a las juiciosas y sólidas investigaciones de esta especialista en Derecho Comercial, Derecho Tributario y en Negocios Internacionales —de las que muchos medios posteriormente hicieron eco— varios exfuncionarios de Quintero fueron llamados por la justicia.


Conversamos con ella a raíz del lanzamiento del libro “Medellín ya no les pertenece, bitácora de un robo”, en el que es coautora junto al periodista Yamid López y al activista Julián Vásquez y el cual está disponible en Amazon, Libros Market y BUKZ.



El título del libro es “Medellín ya no les pertenece”, ¿qué quieren decir con eso?


“Esa fue una frase que el exalcalde Daniel Quintero dijo el 1 de enero de 2021, cuando ya podía ser objeto de revocatoria. Él dijo: ‘El futuro se parece a nosotros. Medellín ya no les pertenece. Colombia ya no les pertenece’. Para nosotros fue el momento en que mostró su verdadera cara”.

Y Bitácora de un asalto... se atrevió con fuerza usted.

“Sí, claro. Lo que hizo Daniel Quintero en Medellín en cuatro años se sintió como un asalto. Además, buscábamos una forma clara de narrar todo este asunto, con muchas historias incluidas; concluimos que una bitácora de relatos cortos y enumerados sobre lo ocurrido en cada Secretaría y entidad del Distrito era el mejor formato”.

Son 26 capítulos y dos anexos, ¿cómo los desarrollaron?

“Optamos por dar primero un contexto sobre quién era Quintero, cómo llegó a la Alcaldía, y luego relatar los casos más relevantes en las distintas entidades. Algunas cosas quedaron por fuera, incluso temas grandes, porque faltaban pruebas concretas. Queríamos ser muy contundentes y todo lo incluido tiene respaldo en prensa local o nacional, o en expedientes judiciales. Preferimos dejar por fuera lo improbable para que el libro sea un registro serio y de memoria”.

Lea también: ¿Quinteristas se coordinan para imponer sus mentiras sobre Medellín en redes sociales?

¿Cómo llegó Daniel Quintero a convertirse en alcalde?

“Él se presentó como un político ‘outsider’, irreverente y distinto. Antes había intentado crear el Partido del Tomate, tras pasar por el Partido Conservador. Allí tuvo conflictos internos porque, junto con Juan Carlos Upegui y otros, fue acusado de llevarse las bases de datos. Más tarde se unió al Partido Liberal, donde también tuvo disputas por el mismo motivo. Su interés por la información y la ‘data’ ha sido una constante. Luego se lanzó a la Cámara por Bogotá, fracasó y después se vinculó al gobierno de Santos, donde llegó a ser director de iNNpulsa y viceministro”.



Según ustedes, pasó de una infancia muy humilde a ser viceministro en poco tiempo. ¿Cómo se explica eso?

“Entrevistamos casi cincuenta personas –incluso de su círculo más interno– que nos contaron detalles de su vida, como por ejemplo de las afugias económicas, y que se quedó sin padres a muy temprana edad y bajo el cuidado de su hermano Miguel, quien fue quien lo metió a la política. Un político de amplia trayectoria en Bogotá nos dijo que Quintero logró entrar en la política capitalina con una rapidez inusual, porque es carismático, entusiasta, seguro de sí mismo y convence fácilmente. Siempre decía: ‘Tú sabes que yo voy a ser presidente’. Esa seguridad genera admiración y lo rodea de gente que se siente parte de su proyecto”.


Pero hay una contradicción: pasó de no tener plata a decir que tenía su vida económica resuelta...

“Él tiene una capacidad para mentir muy convincente. En un video dice: ‘Ya tengo mi vida económica resuelta para el resto de mi vida’, pero las cifras no respaldan eso. Sus empresas de software apenas facturaron y muchas estuvieron en ceros. Su declaración de renta antes de la campaña de 2019 mostraba ingresos por debajo del salario mínimo. No hay evidencia de la fortuna que decía tener. Analizando su trayectoria, parece que creó empresas de fachada para sostener su imagen de empresario exitoso. Luego esas mismas empresas emitieron certificados laborales para su círculo cercano, incluidos secretarios y subsecretarios, que nunca trabajaron allí ni tenían la formación necesaria. Quintero construyó un gabinete con experiencia ficticia avalada por él mismo”.

La introducción del libro dice que Quintero administró Medellín para desmontar el Estado desde adentro, sin cambiar la ley. ¿Cómo lo habría hecho?

“Primero cambió los manuales de contratación para bajar los estándares y requisitos, lo que permitía asignar contratos a dedo. Así se redujo la calidad de los equipos, pues los cargos pasaron de los más capacitados a sus aliados políticos. Además, construyó una narrativa para justificarlo y deslegitimar opositores: cuando alguien criticaba los cambios, se le acusaba de pertenecer a ‘la mafia’ o de estar molesto porque ya no recibía contratos. Otro mecanismo fue crear estructuras paralelas. Como no podía despedir a los funcionarios de carrera, los ‘reemplazó’ con contratistas elegidos por él, que le obedecían y asumían funciones que no les correspondían. Así, los expertos eran marginados, mientras los nuevos actuaban sin conocimiento pero siguiendo órdenes”.

O sea, en la práctica hubo dos alcaldías: la formal, con funcionarios de carrera que resistieron, y la paralela, con contratistas de Quintero.

“Exacto. Intentó incluso eliminar los gobiernos corporativos. Uno de sus primeros movimientos fue tratar de tumbar el gobierno corporativo de EPM mediante una acción judicial presentada por una supuesta entidad sin ánimo de lucro. Aunque perdió el caso, insistió en controlar la entidad y logró su objetivo de otra forma: como presidente de la Junta Directiva de EPM, denunció a los contratistas de Hidroituango, lo que provocó la renuncia masiva de los miembros de la Junta. Así logró quedarse con el control. También ejercía presión sobre contratistas: les condicionaba pagos o renovaciones a cambio de porcentajes o favores, so pena de excluirlos de futuros contratos. Así montó una red de control económico y político”.

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¿De ahí surgieron los medios falsos y las entidades sin ánimo de lucro que creó para distintos propósitos?

“Sí, creó muchas, incluso haciendo paralelos con las existentes en Antioquia para apropiarse de recursos y narrativa. Por ejemplo, ProMedellín se creó como paralelo de Proantioquia. También, por ejemplo, había fundaciones como Medellín Imparable o El Futuro se Parece a Nosotros que surgían de las frases que él decía. A los contratistas se les obligaba a donar parte de su salario a estas fundaciones, casi como un ‘diezmo’ por Quintero. Quienes se negaban, como Pilar Rodríguez, directora de Niñez y una de las principales testigos en su contra, eran presionados o removidos de sus cargos. Otras entidades, como Independientes.com, se crearon para recibir recursos de reposición de votos porque pensaba que en las elecciones de 2023, donde participaron Upegui y Esteban Restrepo, les iba a ir muy bien”.



Todo el mundo se pregunta dos cosas: ¿qué pasa con la justicia, que no pasa nada?, y ¿dónde está la plata?

“La justicia tarda, pero llega. Este año se han realizado audiencias, imputaciones y acusaciones constantemente. A veces incluso tuve que frenar la publicación del libro para incluir información reciente sobre casos que aún no se habían hecho públicos. Sobre el dinero, tal vez ni esté en Colombia; hay indicios de inversiones en criptomonedas y oro. Fuentes indican que estas estrategias se usaron para mantener el dinero fuera del control directo, pero no hay pruebas definitivas que lo confirmen”.



Gloria, usted fue fundamental para muchas investigaciones y la ciudad le debe gratitud por su labor ciudadana, reflejada ahora en este libro.

“Muchas gracias. Hay que decir que todo lo recaudado con este libro se donará íntegramente a una fundación dedicada a la alimentación y cuidado de la niñez. Queremos que esta historia también sirva para reparar, en parte, los daños causados a Medellín durante esos años”.

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