Julián Andrés Valderrama Monzón apenas cumplía un mes en el trabajo que se encontraba desempeñando cuando un irresponsable al volante le arrebató la vida.
El joven de 28 años estaba prácticamente estrenando ese trabajo como contratista, con el cual esperaba mejorar la calidad de vida de su familia. Valderrama, oriundo de Necoclí, era padre de un niño de ocho años y desde hacía 10 años estaba radicado en Medellín. Fue uno de los obreros de la empresa Telval, contratista del Metro de Medellín, que trabajaron de manera incansable para poder restablecer el servicio del sistema masivo tras la socavación que causó la emergencia entre las estaciones Aguacatala y El Poblado. Precisamente en esas labores se encontraba cuando en la madrugada del domingo 26 de octubre fue atropellado junto a otros tres trabajadores.
Fue una cadena de infortunios. Un motociclista se estrelló contra algunos elementos que habían dispuesto los trabajadores a un costado de la Regional, debidamente señalizados con conos y cintas. El motociclista se dio a la fuga y cuando los trabajadores, incluyendo Julián Andrés, se asomaron para revisar los daños que había causado fueron arrollados por Diego Armando Castañeda Carvajal, de 26 años, quien dio positivo en la prueba de alcoholemia.
Según Julián Valderrama padre, su hijo era un trabajador incansable y actualmente estaba feliz por haber encontrado empleo estable en la misma empresa en la que laboraba su mamá. “Él era muy echado para adelante y dispuesto para lo que le tocara y muy alegre, muy buen hijo, es un hijo ejemplar que tuve, es mi hijo mayor y me he sentido toda la vida y me sentiré orgulloso del hijo que crié y eduqué”, relató su padre a Telemedellín.
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