El dato de inflación con corte a julio, que publicará mañana el Dane, será otro de los insumos que alimente el pulso entre el gobierno de Gustavo Petro y su equipo económico con el Banco de la República, por las decisiones sobre la tasa de intervención de política monetaria.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) anualizado, que a junio de ubicó en 4,82%, se mantendría en ese rango según los analistas que participaron en la más reciente Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo.
En ese contexto, la decisión mayoritaria de la junta directiva del Emisor de mantener su tasa de interés en 9,25% estaría respaldada, toda vez que las expectativas de inflación se mantienen elevadas, alrededor de 4,8% para el cierre de este año, cifra por encima del rango meta que es 3%.
La crítica presidencial
El presidente Petro y sus ministros de Hacienda han sido insistentes en que el Banco de la República reduzca su tasa de intervención para darle un mayor dinamismo al crecimiento económico.
En su más reciente cuestionamiento, el mandatario publicó una gráfica en la que hace hincapié en la brecha que existe entre la actual tasa de interés (9,25%) y el IPC (4,82%), que refleja una diferencia de 4,43 puntos.
Para Petro, la distancia entre esas variables prueban que ha habido un crecimiento económico desde el inicio de su mandato (en agosto de 2022), y que la junta directiva del Emisor lo que ha hecho es subir la tasa de interés real para detenerlo, con un propósito político.
“Lo hace desacatando una sentencia de la Corte Constitucional que le ordena supeditar decisiones no solo a la política monetaria, sino, contemplando el crecimiento del empleo y la equidad”, anotó en X, mencionado que “es una falacia decir que el Banco de la República es independiente”.
Pero el exministro de Hacienda, Rudolf Hommes, salió al paso de las apreciaciones del presidente apuntando que la brecha a la que se hace referencia, demuestra que la inflación ha bajado y que la tasa de interés real va rumbo a estabilizarse.
Esto, según Hommes “no respalda los comentarios que le atribuye el presidente: Hasta donde sabemos, la economía está creciendo, el desempleo ha caído y la pobreza ha decrecido. Difícilmente podría concluirse que el banco no ha tenido en cuente el crecimiento o la pobreza, o que actúa políticamente, y menos que ha dejado de ser independiente”.
Los argumentos del Emisor
Por su parte, en su más reciente reporte de la junta directiva del Banco de la República al Congreso se explicó que ha rebajado la tasa de política desde el 13,25 % a finales de 2023 hasta el 9,5 % al cierre de 2024, y realizó un único recorte de 25 puntos básicos en abril de 2025, situándola en 9,25 % al cierre del primer semestre.
“La postura cautelosa responde a que la inflación desciende más lento de lo esperado, se mantiene lejos de la meta y por encima de la observada en sus pares de América Latina y muchas otras economías emergentes”, se indicó en el informe.
La junta consideró que la incertidumbre por los mayores aranceles (por parte de Estados Unidos) y la volatilidad financiera global podrían afectar la inflación y la actividad económica. También advirtió de riesgos inflacionarios derivados del déficit fiscal.
Otro aspecto que destacó la junta es que mantener decisiones prudentes garantiza que la política monetaria sea sostenible y evita tener que revertir recortes, protegiendo su credibilidad y la coherencia con la meta de inflación.
También sostuvo que durante el primer semestre de este años las tasas de interés del mercado monetario reflejaron los movimientos de la tasa de interés, aunque más lentamente que lo observado en 2024, con excepción de la tasa de interés de los créditos de vivienda, la cual se incrementó (ver gráfico).