Este 8 de mayo el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, revelará el Índice de Precios al Consumidor, IPC; este indicador mide si suben o bajan los precios de los bienes que consumen las familias en el mercado.
Con la finalidad de proyectar su comportamiento, se presentan los datos del Índice del Pollo Asado, el cual reveló que los precios seguirán a la baja en abril, es decir, que por segundo mes consecutivo en el año la inflación se moderaría.
Puede leer: ¿Lo conoce? Este es el país más barato de Sudamérica para vivir en 2025
En abril de 2025, la ciudad con mayor costo del pollo asado fue Medellín ($42.840), le sigue Cartagena ($41.260) y Bogotá ($41.130); mientras que Cúcuta ($40.120), Villavicencio ($36.800), Cali ($36.700) y Tunja ($29.990) registraron los menores promedios, lo que clarifica cómo se comportaría el IPC en estas capitales.
El índice arrojó que la variación anual entre abril de 2024 y 2025 se redujo 6%; la variación mensual (marzo y abril de 2025) presentó otra baja de -12%, lo que significa que los precios de un producto tan común en el mercado como el pollo vienen en descenso, lo cual revela un panorama a favor del control de la inflación.
Corficolombiana proyectó una variación mensual del IPC de 0,48%, lo que permitiría un proceso deflacionario, ya que, la inflación anual se desaceleraría a 4,97%, a lo que agregó que los servicios y alimentos serían los que aportarían al descenso de la inflación, pero los grupos de bienes y regulados generarían presiones al alza.
La organización sostuvo que el IPC en el segmento de servicios se reduciría a 6,12% anual. El IPC en alimentos registraría una disminución a 4,35% en el mismo lapso. El rubro de bienes tendría una tendencia al alza a nivel anual de 1,10%, lo anterior se daría por un impulso en el incremento en los precios de vehículos, aseo personal y productos farmacéuticos.
En cuanto al IPC de los bienes regulados, se ubicarían en 6,44% anual, creciendo 14 puntos básicos; este panorama se daría por el incremento en las tarifas de electricidad y de gas.
“La inflación anual sin alimentos seguiría su tendencia a la baja, ubicándose en 5,11%, mientras que la inflación sin alimentos ni regulados se desaceleraría 12 puntos básicos, hasta 4,72%”, expresó César Pabón, director de investigaciones económicas de la compañía.