De la accesibilidad y la salud, a facilidades en el hogar y la creatividad, la selección anual de mejores creaciones tecnológicas es una radiografía de las ideas que ya están empezando a cambiar la vida cotidiana, muchas de ellas impulsadas por IA.
Hay innovaciones tecnológicas que no solo han resuelto problemas concretos, sino que redefinieron la forma en que la humanidad se organiza, produce conocimiento y se relaciona con el mundo.
Desde la máquina de vapor de James Watt, que impulsó la Revolución Industrial en el siglo XVIII, hasta el transistor desarrollado en Bell Labs a mediados del siglo XX, la historia del progreso ha estado marcada por invenciones que, en su momento, parecían técnicas, pero terminaron siendo culturales.
Hoy, ese papel lo acaparó la inteligencia artificial, que en los últimos tres años se ha convertido en pieza clave de prácticamente todas las industrias. Los grandes modelos de lenguaje (LLM) y los sistemas de automatización inteligente ya no son promesas de laboratorio sino herramientas que atraviesan la educación, medicina, entretenimiento y hasta los hogares.
A diferencia de otras épocas, el ritmo de la innovación parece vertiginoso, pues los ciclos de desarrollo cada vez son más cortos, la adopción del mercado casi es inmediata y el impacto se mide en semanas o meses, no décadas. El resultado es un ecosistema tecnológico saturado de novedades, donde distinguir lo verdaderamente transformador se vuelve cada vez más complejo.
Por eso, cada año la revista TIME publica su influyente lista de los 100 mejores inventos, un ejercicio editorial que busca separar la moda del cambio estructural. La edición más reciente reúne desarrollos que van desde dispositivos de accesibilidad y salud hasta soluciones domésticas, educativas y creativas. Entre ese amplio universo de innovaciones, elegimos diez que destacan por su capacidad de resolver problemas reales, abrir nuevas posibilidades de uso y anticipar cómo la tecnología seguirá moldeando la vida cotidiana en los próximos años.
La tableta Monarch, de American Printing House, está diseñada para que estudiantes ciegos o con baja visión reciban materiales actualizados a la par de sus pares videntes. Este es un dispositivo del tamaño de una hoja carta que combina un panel de 10 líneas por 32 celdas, con 3.840 pasadores electromagnéticos que forman texto en braille y gráficos táctiles.
Su arquitectura se asemeja a los Lego y el teclado Perkins de ocho puntos permiten navegar libros digitales, usar una calculadora gráfica o escribir documentos.
Hay apps como KeyWord y KeyMath que amplían sus usos, y contiene una batería de 24 horas que facilita su empleo en el aula. Sus creadores consideran que uno de cada cinco estudiantes ciegos en EE. UU. ya tiene una Monarch en su salón de clases.
El dron HoverAir X1 ProMax soluciona un dilema: grabar video sin salirse de la acción. Este dispositivo del tamaño de un smartphone se pliega hasta unos 15×10×3,5 cm y pesa 194 g.
Su funcionamiento es muy sencillo: se lanza con una mano y su sistema de inteligencia artificial le permite seguir al usuario mientras corre o camina, grabando vídeo en resolución 8K a 30 fps o 4K a 120 fps con su sensor de 1/1,3 pulgadas y fotos de 48 MP. Detecta colisiones y ofrece 16 minutos de vuelo, además, mediante un control tipo llavero, alcanza hasta 1 km de rango. La carcasa de material aeroespacial es reemplazable y protege las hélices en caso de impacto.
El Samsung Premiere 5 lleva un nivel más arriba el concepto de proyector de video, el también llamado video beam. Este producto tiene un sistema triple láser que genera una imagen nítida de hasta 100 pulgadas desde 43 cm de distancia y, además, con ayuda de una cámara infrarroja, ofrece un modo táctil de 40 pulgadas sobre la pared o el piso, ideal para recetas, clases, yoga o incluso compartir juegos de mesa virtuales.
Una tecnología que los surcoreanos llaman Vision Booster ajusta brillo y contraste en habitaciones muy iluminadas, y cubre prácticamente toda la gama de colores. Incluye altavoces de 10 W de potencia, sistema operativo Tizen con apps y juegos, y un control remoto sin pilas que funciona con energía solar.
La app Superfluent surgió cuando su fundador, Sam Nevada, se cansó de plataformas y cursos que enseñaban frases absurdas en lugar de conversaciones útiles. Utiliza modelos de OpenAI y Google para analizar el nivel de fluidez y generar escenarios dialogados personalizados, como pedir un café o invitar a un amigo.
Cada lección dura cinco minutos y el algoritmo puntúa la velocidad de respuesta, complejidad y exactitud de las frases de cada usuario. El objetivo es practicar situaciones de la vida diaria y recibir retroalimentación inmediata, convirtiendo la IA en un profesor-tutor conversacional, en lugar de un traductor literal.
Con la Dreame X50 Ultra, la robótica doméstica por fin entra a los hogares reales con alfombras, cables y escalones. Se trata de una aspiradora robot que incorpora un sensor retráctil y una plataforma con patas motorizadas que le permiten superar obstáculos de hasta 6 cm y limpiar escalones de dos peldaños.
Reconoce hasta 200 objetos gracias a cámaras de luz estructurada en 3D y responde a comandos de voz.
Además, la base de carga vacía el depósito, rellena el tanque de agua, añade detergente, y lava y seca sus fibras con agua caliente a 80°C, haciendo a que el mantenimiento sea casi inexistente. Diseñada para casas con niños y mascotas, combina aspirado y trapeado en un solo ciclo.
La Teal Wand es la primera prueba casera del mundo capaz de detectar cáncer de cuello uterino, aprobada por la FDA.
El kit incluye un aplicador del tamaño de un tampón con una esponja que recolecta células del cuello uterino de la usuaria. Las usuarias solicitan la receta mediante telemedicina y reciben el kit por correo, luego envían la muestra al laboratorio para un test cobas de Roche, el mismo que detecta 14 tipos de virus del papiloma humano (VPH) de alto riesgo.
Estudios clínicos demostraron que la auto extracción es tan precisa como un examen en consultorio. Aunque de momento solo está disponible en territorio estadounidense, el objetivo es facilitar el tamizaje en zonas con poca cobertura médica.
Posha es un aparato que recuerda lo visto en series surrealistas como Los Supersónicos. Un electrodoméstico del tamaño de un microondas que, con un quemador, recipientes para ingredientes, dispensadores de especias y accesorios de removido, cocina en minutos.
Tras seleccionar una receta en la biblioteca digital, el usuario corta los ingredientes según instrucciones y los inserta en los contenedores. Cámaras con IA monitorizan color y textura para ajustar calor, remover y añadir líquidos o especias cuando sea necesario.
Aunque por ahora solo hace platos de una olla, el repertorio va desde curry de garbanzos hasta pollo tikka masala. El modelo de preventa cuesta alrededor de 1.500 dólares e incluye suscripción a nuevas recetas.
Este invento es el sueño de todo niño. Una app que hace que sus dibujos cobren vida y se transformen en un videojuego que pueda explorar.
Con Pixicade se puede dibujar cualquier escenario y personaje con marcadores de colores que representan plataformas, enemigos y ayudas en una hoja normal. Luego, se toma una foto con la plataforma y, en solo segundos, el sistema genera una pantalla jugable con sus propios diseños.
El set incluye marcadores lavables, un cuaderno de 108 páginas con ejemplos y acceso a una biblioteca de juegos de otros usuarios. Está dirigido a niños a partir de los 6 años y no requiere conocimientos de programación.
La Kara Pod reimagina el ritual del café casero con un generador atmosférico de agua. Este electrodoméstico de sobremesa ayuda a hacer la bebida más popular del mundo sin agua, pues utiliza el proceso de la deshumidificación para captar vapor del ambiente, lo purifica mediante calor, luz ultravioleta y filtros reemplazables, y produce hasta 13 tazas de líquido al día.
Esta agua se mineraliza y sirve tanto para beber como para preparar café con cápsulas biodegradables compatibles con el sistema Nespresso. Al reducir la necesidad de agua, el sistema combina sostenibilidad y practicidad. Su precio es de 299 dólares.
El Hyperboot, desarrollo conjunto de la startup Hyperice y la marca Nike, convierte el concepto de fisioterapia en un calzado de uso diario. Aunque suene contradictorio, estos zapatos hacen que el usuario descanse sus pies mientras camina.
El sistema integra dos cámaras de aire que aplican patrones de compresión secuencial combinados con calor. Su diseño permite movilidad mientras masajea y calienta pies y tobillos, facilitando el calentamiento y la recuperación tras actividad física. El usuario puede elegir entre tres niveles de compresión y calor, funciona con baterías recargables y se controla a través de una sencilla app de Hyperice.
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