Hasta el pasaje La Bastilla, en el centro de Medellín, llegaron las autoridades para capturar a Miguel Antonio Rodríguez Díaz, alias Cuchillo, uno de los señalados de perpetrar la masacre de 13 personas dentro de una mina ilegal en la provincia de Pataz, en el norte del Perú, el pasado 4 de mayo.
El director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, confirmó la detención a través de sus redes sociales, donde manifestó que “como resultado del trabajo mancomunado y las acciones coordinadas se logró la ubicación y retención de ‘Cuchillo’ en vía pública del barrio Candelaria, Pasaje la Bastilla, en cumplimiento de Notificación Roja, por los delitos de organización criminal, secuestro agravado y homicidio calificado”.
Según los registros judiciales peruanos, Rodríguez Díaz habría ingresado con otras 20 personas a un socavón para quedarse con el material previamente sustraído por otros mineros que estaban trabajando en este sitio. En este proceso se presentó una confrontación armada entre un grupo de personas, provocando la muerte de 13 de ellas, quienes estaban a cargo de la seguridad del lugar.
Después de esta masacre, los homicidas escaparon del lugar y alias Cuchillo de inmediato primero tomó un bus para llegar hasta Lima y de ahí tomar un vuelo hacia Bogotá, donde arribó el 5 de mayo al aeropuerto El Dorado, de acuerdo con la información migratoria. Posteriormente, hizo una escala para llegar al aeropuerto José María Córdova, de Rionegro.
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Ya con su llegada al terminal aéreo, Rodríguez Díaz comenzó su travesía cambiando de vehículos recurrentemente y en cuestión de 10 días ya había usado hasta cuatro automotores para sus desplazamientos, todo con el fin de evitar ser fácilmente localizado por parte de las autoridades colombianas e internacionales.
En la ciudad, además, empezó a sostener una relación sentimental con una mujer, la cual lo visitó en los dos hoteles donde se hospedó, ambos de baja gama para pasar desapercibido. “Con base en esta información, se implementaron dispositivos de control que permitieron ubicar al investigado”, explicó el general Triana.
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Rodríguez Díaz habría formado parte en 2014 de la banda Los Chuckys, la cual es reconocida por usar máscaras de este personaje de las películas de terror para cometer sus crímenes, principalmente los hurtos mediante el uso de la violencia.
Además, se le investiga por la muerte de 10 trabajadores de la empresa minera La Poderosa, en medio de un ataque armado con explosivos y el año pasado se le vinculó con el grupo criminal La Gran Alianza, en la cual sería uno de sus cabecillas de la organización que busca controlar la minería ilegal en Pataz.
Se espera que en próximas horas se le realicen las audiencias judiciales correspondientes, antes de ordenar su repatriación de Perú para que le inicien en proceso por la masacre y demás delitos cometidos.
